Noen los cines está fuera Mi placerdivertida comedia con Emma Thompson que descubre su lado más “transgresor”, sexualmente hablando, una vez enviuda. El mérito es de un joven gigoló que le hace comprender lo divertido que se puede pasar y conocerse bajo las sábanas. Pero, ¿es cierto que el género cambia para las mujeres alrededor de los 60 años? “La película permite unainvestigacion humana y sexual de una mujer en su vejez que opta por crear su propia lista de deseos. En primer lugar, experimentar un orgasmo, una experiencia nunca vivida durante sus largos años de matrimonio. Su voluntad va unida a cierta reticencia por miedos y prejuicios, y la interacción con el gigoló la ayudará en esta exploración de sí misma», explica Elena Isola, Psicoterapeuta-Sexóloga-Terapeuta Clínica y Supervisora EMDR.
Sexo a partir de los 60: ¿cómo cambia después de la menopausia?
El personaje de Emma Thompson llama la atención porque cuenta un lado de la feminidad nunca explorado antes de ahora, de hecho a menudo ignorada: «A los 60, las mujeres están en la posmenopausia. La sexualidad femenina está experimentando algunos cambios del organismo en función del funcionamiento hormonal que también repercuten en la vida sexual de la mujer», explica la experta. Estos cambios son muy subjetivos. Además del personaje de Thompson, una viuda jubilada, en algún momento se da cuenta de que ha tenido una vida sexual “plana” y ordinaria Y decide empezar a experimentar. Otras mujeres en cambio, como señala la experta, no sienten esta necesidad.
De hecho, el sexo en esta fase de la vida se vive de otra manera. Como explica la Dra. Isola, en la posmenopausia hay síntomas no directamente relacionados con la esfera sexual para manejar: «Por ejemplo, dificultades para dormir, para manejar los cambios estéticos y cómo seguir mejorando la imagen corporal y la identidad sexual. Cuál es la representación que tenemos de la sexualidad también condiciona la motivación para desafiarse y mantener una buena relación consigo mismo y con la propia sexualidad».
Sexo a partir de los 60, entre tabúes y nuevos experimentos
Paradójicamente, a los sesenta surgen los problemas que parecía superada o al menos dormida: «Desde la experiencia clínica he podido constatar que no es la edad lo que representa el punto de inflexión de la conciencia sexual. Las dinámicas que interfieren negativamente son las presencia de “prohibiciones internas” y sentimientos de culpa que previenen dejarse llevar por el placer, la dificultad de relajarse y abandonarse a las sensaciones corporales, el miedo a confiar en el otro, el miedo al rechazo, el miedo al fracaso».
Un análisis que destaca cómo las parejas de esta edad parecen retroceder, adolescencia o corta edad, cuando te sentiste avergonzado e incómodo las primeras veces. Y todo porque se encuentran en una etapa de su vida que les trae cambios, incluso físicos y estéticos, que no siempre son fáciles de manejar.
¿Una lista de experiencias por vivir? Buena idea
Por ello, como aconseja el experto, la idea del protagonista de crear una lista de experiencias para vivir es una buena intuición: «Se permite aumentar sus fantasías sexuales y se permite un repertorio sexual más amplio. Muchas veces las parejas tienden a tener una sexualidad que quizás sea solo penetrante y en ausencia de este tipo de relación, imagina que no hubo sexo”. En realidad hay otras cosas que “prenden la mecha”: por ejemplo, los juegos previos, los besos, incluso un abrazo. Sin embargo, como señala el Dr. Isola, no siempre es fácil hablar y compartir tus fantasías sexuales por miedos o prejuicios, y esto crea problemas en la pareja.
La falta de orgasmo y el tabú del sexo a partir de los 60
«Entre los problemas que provoca la falta de comunicación en la pareja, está laausencia de orgasmo como el protagonista. Esto sucede porque, por miedo a lastimar al otro o por imaginar que el problema se resolverá con el tiempo, la pareja no se enfrenta a ciertos problemas de insatisfacción sexual. Por otro lado, cuestionarse ayuda a superar ciertos momentos y empezar de nuevo».
Un problema de comunicación que es también la base de muchos tabúes sobre la sexualidad femenina: «La sexualidad masculina es muy conocida, y mucho menos la de la mujer. Por ejemplo, ignoramos que incluso para las mujeres el sexo puede ser, más allá de la experiencia, también una necesidad y un deseo. En este sentido, las películas de este tipo son excelentes oportunidades para que también las mujeres hablen. Resaltando que en la vida es posible poder obtener ese placer tan ansiado sin necesariamente tener que sentirse condicionado por el juicio, la crítica y la culpa”, concluye el experto.
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