Si alguna vez ha tratado de implementar un nuevo hábito, ya sea hacer ejercicio con regularidad, meditar con más frecuencia, comer de manera más saludable u otra cosa que mejorará su vida de alguna manera, sabe que no es una tarea fácil. Una poderosa herramienta de cambio de comportamiento que puede ayudar a que sea más fácil es centrarse en el escribe de persona en la que deseamos convertirnos (también conocido como su propia identidad futura) y comportarse como lo harían.
“Imaginar lo que podría hacer esta versión futura de ti mismo puede ayudarte a convertirte en ella”, dice Stephanie Harrison, experta en felicidad y cambio de comportamiento y fundadora de el nuevo feliz. Caso en cuestión: Katerina Schneider, fundadora y directora general de Ritual, quien, después de dar a luz a su tercera hija, estaba ansiosa por volver a hacer ejercicio, ya que es una parte importante de su rutina de cuidado personal. Para facilitar el cumplimiento de su nueva rutina, dice: “Me consideré una atleta”, lo que le proporcionó la motivación que necesitaba para hacer ejercicio a diario.
Este simple cambio de mentalidad puede tener un gran impacto. He aquí por qué: “Un atleta se involucraría en comportamientos muy diferentes, como levantarse temprano para hacer ejercicio, comer alimentos nutritivos y rejuvenecedores, y priorizar el descanso y la recuperación”, explica Harrison. “Este yo futuro puede ser una fuente de motivación para ayudar a impulsar el cambio, orientarlo hacia nuevos comportamientos y mantenerlo enfocado en el viaje”. Entonces, agrega, cuando ves el desempeño de un nuevo hábito (en este caso, ejercicio) como prueba de tu nueva identidad, proporciona un impulso de satisfacción y realización que hace que sea más fácil repetir el hábito.
Es más, “investigar apoya que la propia identidad juega un papel importante en la formación del cambio de hábitos”, dice carla marie varonil, Doctor. psicóloga clínica y autora de Alegría del miedo. “Cuando cambiamos un hábito, estamos conectando el cerebro para que se concentre en mantener un hábito singular. Cuando nos enfocamos en crear una identidad saludable, estamos conectando el cerebro para ver todo el ser de maneras más positivas. Como resultado, hay un deseo inconsciente de cuidar de uno mismo globalmente en lugar de hacerlo de forma fragmentaria que puede no ser sostenible”.
Más adelante, algunos consejos sobre cómo cambiar su propia identidad e implementar nuevos hábitos con éxito.
Decide lo que quieres cambiar
Para hacer esto, Harrison recomienda hacer una lista de los elementos de su propia identidad actual que le gustaría ser, como los aspectos que le gustaría mejorar, transformar o cambiar. Por ejemplo, comparte, el hábito de “siempre llego tarde” puede convertirse en “soy una persona puntual”. O, el Dr. Manly da otro ejemplo: “una persona estresada que agrada a la gente” puede luchar por una identidad de “un individuo con límites fuertes”.
Identificar los nuevos comportamientos
A continuación, Harrison instruye a aclarar qué nuevos comportamientos se requieren para encarnar esta nueva identidad propia. Una persona puntual, por ejemplo, probablemente configuraría su alarma 10 minutos antes de la hora de salida y verificaría el tráfico de antemano para asegurarse de llegar a su destino a tiempo. Cualquiera que sea el cambio, el consejo de Harrison es comenzar poco a poco para prepararse para el éxito. Por ejemplo, si desea verse a sí mismo como un atleta, correr 10k no está en las cartas para mañana, pero puede comenzar con un pequeño turno, como nutrir su cuerpo con un desayuno saludable, como lo haría un atleta. “Una vez que esto se haya convertido en un comportamiento predeterminado, dirija su atención a otra parte de su día, como su rutina de ejercicios”, dice ella. En otras palabras, comience con un pequeño hábito y desarrolle a partir de ahí.
Seguimiento de su progreso
Para Schneider, el seguimiento de su progreso fue una gran motivación para ayudarla a adoptar la nueva identidad propia y mantenerse constante con sus hábitos. “Ya sea contando los pasos (mi objetivo es 10 000 por día) o mejorando el tiempo de milla, hay algo adictivo en saber que estás mejorando cada vez más”, dice. Combinar el nuevo hábito con otro hábito que disfruta también ayudó. En su caso, se trataba de un batido de proteínas post-entrenamiento. “Empecé a esperar con ansias mis entrenamientos porque no podía esperar a mi delicioso regalo a base de plantas”.
Rodéate de modelos a seguir
Otra técnica efectiva para ayudarlo a encarnar su propia identidad deseada es rodearse de personas que ya lo hacen. Este paso clave ayudó a Schneider a adoptar una identidad de “soy un atleta”. “Rodéate de otras personas que te inspiren a esforzarte más”, dice ella. “Me encanta hacer una clase de tipo HIIT/Crossfit dos veces por semana porque a las personas que me rodean en esas clases les apasiona esforzarse al máximo”.
Harrison se refiere a esto como una estrategia de “copiar y pegar”, que un estudio encontró que es muy exitosa para ayudar a las personas a mantener nuevos hábitos. “Los investigadores pidieron a los participantes que pensaran en un comportamiento que querían comenzar a practicar y luego miraron a sus familiares y amigos para ver quién encarnaba esa identidad”, dice ella. “Luego, se les dijo a los participantes que copiaran esos comportamientos. Aquellos que lo hicieron pasaron casi una hora más de ejercicio cada semana que aquellos que simplemente mantuvieron sus estrategias normales”.
Practica la compasión
Cuando estás implementando nuevos hábitos, los contratiempos son inevitables. Lo importante, dice Harrison, es tratarte a ti mismo con amabilidad y planificar cómo harás las cosas de manera diferente la próxima vez. Ella dice que puedes “activar la nueva identidad” siempre que lo necesites preguntándote algo como: “¿Qué haría una persona disciplinada en este momento?” Y si necesita apoyo durante este proceso, el Dr. Manly lo alienta a comunicarse según sea necesario, ya sea a través de psicoterapia, amigos, libros de autoayuda o mentores. Y, por último, recuerde que este trabajo de cambio de identidad es un trabajo en progreso, dice el Dr. Manly, “Se necesita paciencia, práctica y perseverancia”.