Xi, por su parte, según la cadena estatal de televisión CCTV de China, dijo que la visita de Alemania «con suerte aumentará el entendimiento y la confianza mutuos y profundizará la cooperación en varios campos».
La visita de Scholz a Xi es especial, también porque el alemán es el primer líder de un país del G7 que visita al presidente chino desde el comienzo de la pandemia del coronavirus. Debido a las estrictas medidas de la corona china, Scholz solo permanecerá en China durante once horas.
El canciller alemán es también el primer jefe de gobierno que visita a Xi desde que fue reelegido como líder del partido hace dos semanas. Además del Canciller, en la breve visita participan decenas de altos ejecutivos de Volkswagen, BMW y el Deutsche Bank, entre otros.
Antes de su viaje, Scholz anunció un cambio de rumbo hacia China. Señaló que el importante socio comercial de los alemanes pone más énfasis en la unidad nacional y el fortalecimiento del sistema comunista. «La China de hoy ya no es la misma de hace cinco o diez años», dijo recientemente Scholz al periódico Frankfurter Allgemeine Zeitung. «Obviamente, si China cambia, la forma en que interactuamos con China también debe cambiar».
El jefe de gobierno alemán ha prometido hablar sobre los derechos humanos en el país y la opresión de las minorías como los uigures durante su reunión con Xi. También espera que Beijing presione a Moscú sobre la invasión de Ucrania.