Meloni, de le Monde al Times: la prensa internacional se pregunta si el Gobierno aguantará

Por un lado, hay un hito histórico: la primera vez que una mujer es Primera Ministra en casi ochenta años de la República Italiana. Por otro lado, surge la pregunta: ¿cuánto durará la coalición de centro-derecha, considerando lo que hemos presenciado en la última semana ilusionada en el eje Hermanos de Italia-Forza Italia? ¿Y cuáles serán las posiciones del nuevo ejecutivo tricolor en la política internacional, en las relaciones con Bruselas y Washington? Este, en resumen, es el análisis de los principales diarios internacionales tras el encargo de gobierno encomendado a Giorgia Meloni.

Las dudas «proeuropeas» del New York Times

Comencemos con el New York Times, el primer periódico del mundo que titula: «Giorgia Meloni recibe luz verde para el nuevo gobierno italiano». Y en el remate precisa: «La líder de la extrema derecha jura como la primera mujer primera ministra del país, en medio de cuestionamientos sobre el compromiso de su coalición con Europa». El rotativo recuerda que algunos miembros de su coalición, como Silvio Berlusconi y Matteo Salvini, «han sembrado dudas de que Italia esté socavando el frente único europeo contra Rusia» pero destaca que Meloni en los últimos meses «ha bajado mucho la retórica, se ha alejado de euroescépticos ”y se ha comprometido a permanecer junto a Kiev. Pero si por un lado tiene «reputación en el establishment italiano por su pragmatismo y su aguda inteligencia», por otro lado «su liderazgo es un latigazo que induce un cambio para Italia y Europa» tras los dos años de Mario Draghi. . En cuanto al ejecutivo, el NYT apunta que hay menos técnicos de los esperados, subraya el «nacionalismo» en la redefinición del nombre de algunos dicasterios y recuerda que la ministra de la familia Eugenia Roccella se ha pronunciado contra el aborto, los derechos LGBTQ y asistido fertilización.

The Washington Post: Italia sigue siendo un laboratorio político

«Giorgia Meloni completó su ascenso revolucionario en la política italiana el sábado, cuando prestó juramento como la primera mujer en el cargo de primer ministro del país, dando a su otrora partido marginal un nivel de poder nunca alcanzado por las fuerzas de extrema derecha en Europa», destaca el Washington Post. El diario señala que su ascenso «podría ser un momento transformador en un país que a veces ha sido un laboratorio de pruebas para grandes cambios políticos», ya sea con el fascismo hace un siglo o, más recientemente, con la personalidad teatral de Silvio Berlusconi. Ahora, Italia estará dirigida por Meloni, quien ha perfeccionado una marca distintiva de política de extrema derecha al actuar como un agitador liberal en temas sociales mientras se presenta como una persona de mano dura, al estilo del establishment, en política exterior y gasto».

Las perplejidades del Wall Street Journal y el Financial Times

Según el Wall Street Journal, «Giorgia Meloni prestó juramento como primera ministra el sábado, asumiendo el poder al frente de una coalición de centro-derecha ya plagada de disputas internas sobre la posición de Roma hacia Moscú». El rotativo recuerda que Meloni, «fiel atlantista, ha dicho que su Gobierno será firme en su apoyo a Ucrania y en su oposición a la guerra rusa contra el país», pero subraya que «han comenzado las grietas en su alianza derechista». a comparecer incluso antes de que su gobierno prestara juramento”, citando el caso Berlusconi. Entre los retos a los que tendrá que enfrentarse, según el rotativo, «el tema urgente de los altos precios de la energía» y «gestionar a los aliados rebeldes de su coalición, algunos de los cuales han culpado de las sanciones a Rusia» por las elevadas facturas.

Mientras cruzamos el Atlético, los estados de ánimo no parecen cambiar. The Financial Times, la biblia de la información económica y financiera, dedica dos artículos en la página dos al encargo encomendado a Meloni. El primero, escrito por Roma, reconstruye lo ocurrido el viernes en el Quirinale («Meloni se convierte en la primera mujer premier»). El segundo, más amplio, contextualiza aguijoneando: «Las primeras payasadas de Berlusconi sacuden la coalición. El ex primer ministro quedó grabado defendiendo a Putin, pero su aliado político no se ha resquebrajado».



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