Aquí viene un paquete de soluciones planteadas por el Gobierno para facilitar la inserción de las personas con discapacidad en el mercado laboral. Una estrategia amplia para garantizar proyectos personalizados, una red integrada de servicios (salud, sociales, educación/formación, trabajo) para la continuidad en el acompañamiento de proyectos personalizados también a través de la presencia de equipos multidisciplinares. Y, sobre todo, que permita llevar la dimensión del trabajo al centro de los caminos de inclusión social de las personas con discapacidad, creando así las condiciones para proyectos de vida independientes.
El paquete de Directrices
En el plazo de 18 meses, los servicios de colocación selectiva están llamados a realizar una encuesta a los afiliados para verificar su permanencia en las listas de colocación obligatoria para personas con discapacidad inscritas desde hace más de 24 meses, identificando: las principales causas de su condición continua de desempleo; el número de ofertas de trabajo que se les han presentado en el mismo período. Introducción o consolidación, por parte de las administraciones competentes para la colocación selectiva, de mecanismos y cláusulas de recompensa en la contratación pública a favor de las empresas y entidades que tengan establecida la figura del encargado de la inserción laboral en el centro de trabajo. Recurso a la figura del responsable de inserción laboral en el centro de trabajo también en la modalidad de asesoramiento a pymes.
Y luego, una vez más, la gestión sistemática de los datos administrativos referentes a la ubicación específica, una plataforma informática para la recopilación sistemática de buenas prácticas, la adopción de la “transversalización de la discapacidad”, para garantizar un sistema de análisis y evaluación de las políticas impulsadas por las Regiones que consideran el potencial impacto de las medidas puestas en marcha sobre el mundo de la discapacidad, “no sólo en términos de equidad sino también en términos de crecimiento económico”.
Estas son algunas de las “Directrices sobre la colocación selectiva de personas con discapacidad”, presentadas por la Ministra de Trabajo y Políticas Sociales, Andrea Orlando, y por la Ministra de Discapacidad, Erika Stefani. “Es un documento que hace mucho que faltaba, con el que creo que por fin estamos dando una respuesta que muchos han estado esperando”, dijo Orlando, con motivo de la rueda de prensa de presentación. «Hemos puesto en marcha un importante vehículo de cambio -añadió Stefani-. Evidentemente, el sistema tenía y tiene algunas debilidades, a partir de los datos culturales que entran en juego cuando las empresas se encuentran evaluando a personas con discapacidad. En este sentido, las directrices proporcionan un vehículo para el cambio».
Tres categorías de beneficiarios de los procesos de trabajo de acompañamiento
Se señalan tres categorías de beneficiarios de los distintos procesos de acompañamiento laboral. El objetivo es delinear itinerarios personalizados que también tengan en cuenta algunas especificidades que surgen de la relación de la persona con el servicio de colocación objetivo. Ahí primero La categoría está representada por jóvenes con discapacidad que aún no se encuentran entre los beneficiarios de la legislación porque aún no están en edad de trabajar o porque aún están en el sistema educativo, destinatarios de intervenciones que involucrarán a los operadores y servicios de la socio-salud , educación y formación, con el fin de asegurar una transferencia efectiva de los proyectos personalizados al sistema de integración laboral en el momento adecuado. Ahí segundo La categoría está formada por personas que acceden por primera vez a las listas de inserción laboral obligatoria o que llevan inscritas no más de 24 meses. Finalmente, el tercera colectivo: desempleados durante más de 24 meses y personas que se reincorporan al trabajo tras dimisiones/despidos o largos periodos de enfermedad o rehabilitación.