Es un intenso trabajo diplomático estos días a nivel europeo, de cara a la reunión de los ministros de energía prevista para el viernes en Bruselas. El objetivo de los Veintisiete es acordar medidas de emergencia para calmar los precios de la energía, que han subido por la guerra en Ucrania y las reiteradas interrupciones en el suministro de gas ruso (el gasoducto Nord Stream I ha vuelto a estar bloqueado desde el pasado viernes). Los precios administrados y los precios máximos del petróleo están en el centro de las discusiones.
Las etapas
La Comisión Europea ha trazado un camino en dos etapas: medidas de emergencia en las próximas semanas y una reforma del mercado energético a principios del próximo año. Esta segunda etapa lleva tiempo. Se trataría de reavivar un mercado nacido en los años 90, extremadamente sofisticado y complejo. Además, antes de concretar una propuesta de reforma, el ejecutivo comunitario quiere escuchar a las distintas partes implicadas y realizar un estudio de impacto.
Relacionado con gas y electricidad
Actualmente, el mercado energético espera que el precio de la electricidad esté ligado al del gas. Así se decidió en su momento porque el gas se consideraba la fuente de energía más fiable, estable y barata. Hace apenas unos meses, Acer (el organismo que agrupa a los reguladores nacionales del sector) había defendido que no se debería reformar el mercado actual. Hoy el mecanismo tiene efectos perversos, debido a la fuerte suba del precio del gas.
A la espera de estudiar una reforma del mercado energético europeo, el trabajo de estos días se centra, por tanto, en medidas de emergencia y temporales para calmar los precios de la energía, tal y como anunció esta semana la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Según la información recogida en Bruselas, y tras una discusión aún en pleno desarrollo, las hipótesis sobre las que estamos trabajando son principalmente tres (y no excluyentes entre sí).
Las tres hipótesis
La primera implicaría una intervención sobre el precio del gas en los mercados mayoristas europeos. La segunda fue citada ayer por la Sra. von der Leyen: “Estoy convencida de que ha llegado el momento de imponer un techo al precio del gas ruso transportado por gasoductos a Europa” (en respuesta, el Kremlin anunció que Nord Stream I permanecerán bloqueados indefinidamente hasta que se repare una turbina). La tercera daría como resultado un precio administrado de la electricidad (hipótesis también citada por ACER en abril).