Roma, solo Smalling: 1-0 para un buen Cremonese. Hasta Mou con pleno de puntos

Los Giallorossi desperdician muchas oportunidades, Dessers los asusta dos veces pero el central inglés se encarga. Polo exterior de Pickel en el 90′

Una victoria dolorosa, incluso sucia, ciertamente importante para el presente y el futuro de los giallorossi. Otra victoria por la mínima, 1-0, al igual que con el Salernitana hace ocho días. Para decidir hubo gol de Cristante, esta vez le toca a un cabezazo de Smalling. Con una constante, el hecho de que la Roma nunca encaja goles (entre amistosos y el campeonato 7 porterías a cero en 10 partidos y sólo 5 goles encajados). Aunque esta vez se arriesgó respecto a la primera, también gracias a un muy buen cremonés, que sabe jugar al fútbol y que lo jugaba abiertamente. Una estrecha victoria, obviamente dedicada a Gini Wijnaldum. Y con un poco de aprensión también para Zaniolo, obligado a abandonar el terreno de juego al final de la primera parte por un problema en el hombro izquierdo.

INTENSO PERO NO DEMASIADO

Roma ingresa al campo calentando con sus propias camisetas para Wijnaldum, con “Forza Gini” escrito en él. Entonces empezamos, los primeros diez minutos de los giallorossi son muy intensos, también porque el cremonese ha venido a jugársela abiertamente y deja espacio para jugar (al final de los primeros 45′ la posesión de balón será del 54-46% para el lombardos). Entonces Zaniolo se las arregla para rasgar tantas veces como sabe, pero cuando se trata de la elección final siempre hay algo que no encaja de la manera correcta. Dybala, por su parte, empata el fútbol con un par de aperturas de rara belleza y una mágica asistencia en el minuto 8 de Abraham, que devora el gol de la delantera a puerta vacía. Antes, sin embargo, fue una combinación Zaniolo-Abraham-Pellegrini la que llamó a Radu, que al 19′ se exalta primero en un torpedo desde fuera de Zaniolo y luego en el posterior disparo de Dybala. Luego Spinazzola también lo intenta, pero el empuje de la Roma poco a poco va perdiendo propulsión y el cremonese también empieza a tornarse peligroso. Al fin y al cabo, el 3-4-1-2 de Alvini está hecho para jugar, no para especular. Valeri lo intenta, luego Dessers con una chilena que le da escalofríos a Rui Patricio. Y si detrás de Aiwu le falta demasiado, Chiriches salva de oficio una reanudación de Giallorossi y hace lo mismo tras Lochoshvili en un par de circunstancias. En el segundo llega la lesión de Zaniolo, que retrocede tras el enfrentamiento con el georgiano, se lastima el hombro izquierdo (sospecha de luxación) y da paso a El Shaarawy.

CHRIS DECIDE

La segunda parte arrancó enseguida con dos tiros, primero al larguero de Dessers y luego a El Shaarawy. Dos destellos, con dos preciosas jugadas individuales que sin duda merecieron más suerte. Entonces el juego se vuelve sucio, confuso, con muchas faltas y algunas jugadas al límite. Los espacios aumentan, los equipos se alargan y los técnicos corren a ponerse a cubierto. Alvini mete a Bianchetti, Báez y Buonaiuto, Mourinho está a punto de meter a Matic y Zalewski cuando llega la ventaja: córner de Pellegrini, cabeza ganadora de Smalling, que celebra con la camiseta número 25, la de Wijnaldum. Cambios pospuestos por un tiempo, mientras tanto Lochoshvili es insidioso desde el exterior, el mismo Valeri poco después. Entonces depende de Abraham llamar a Radu nuevamente, así que una pequeña penalización alta de Buonaiuto. La última emoción llega en el minuto 90, con un disparo desde fuera de Pickel que roza el poste por la izquierda de Rui Patricio. Termina así, con un poco de sufrimiento para la Roma y tres puntos más en la caja fuerte.



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