El consumo de fármacos antidepresivos no se detiene, con una tendencia de crecimiento del 8% desde 2018. También en los cinco primeros meses de 2022 las pastillas vendidas en Italia suben un 2,2%. Para certificar la tendencia están los datos de Iqvia, a tan solo una semana del debut del bono psicólogo.
Los datos facilitados a Sole 24 Ore por Iqvia, proveedor mundial de información para la industria farmacéutica, ponen de relieve el tratamiento de los trastornos mentales en italianos (+8% de consumo de antidepresivos desde 2018) apenas una semana después del debut de la psicóloga bono, la nueva aportación para ciudadanos con Isee inferior a 50 mil euros para sufragar los gastos de asistencia psicológica. Solo en los primeros tres días, el INPS recopiló más de 113.000 solicitudes y es probable que los diez millones disponibles se agoten rápidamente.
Trastornos mentales en aumento
El fármaco antidepresivo llega cuando el malestar se convierte en una molestia. Un fenómeno cada vez más extendido, según los datos de ventas de las unidades mínimas farmacológicas. Proyectando la tendencia de las ventas (+2,2%) en los primeros cinco meses, se puede estimar que en 2022 se comprarán más de mil millones y 32 millones de pastillas, 17,5 per cápita. En 2018 se vendieron 960 millones, 16 per cápita. El aumento más consistente se registró en la pandemia (+3% en 2020), pero el signo positivo se mantiene.
La tendencia también la confirma el observatorio Aifa OsMed que en 2021 certifica un aumento del consumo diario, igual al 2,4 por ciento. Tanto es así que el director general, Nicola Magrini, ha anunciado la voluntad de montar una mesa en el Ministerio de Sanidad para mejorar los procedimientos de prescripción de psicofármacos. «Con Covid – explica Enrico Zanalda, presidente de la Sociedad Italiana de Psiquiatría – los trastornos de adaptación han aumentado. Y estos fármacos de nueva generación también tienen un efecto positivo en los ataques de pánico, los trastornos de ansiedad generalizada o la fobia social. Con menos efectos secundarios». Como resultado, los antidepresivos hoy en día se recetan con más frecuencia, incluso para dolencias distintas a la depresión. “Al actuar sobre el neurotransmisor de la serotonina -añade Zanalda- aumenta la seguridad del sujeto y su dominio de los síntomas emocionales y, de esta forma, es posible emprender mejor un camino psicoterapéutico”.
pastillas de felicidad
También hay una actitud cada vez menos reticente por parte de los italianos, como subraya el presidente de la SIP: “Hay una demanda generalizada de las llamadas ‘píldoras de la felicidad’: permiten un enfoque más pasivo, frente a la idea de iniciar un tratamiento”.