La esposa de Badawi, Ensaf Haidar, vive exiliada en Quebec con sus tres hijos. Desde allí lucha desde hace años por la liberación de su marido. El bloguero ya cumplió su sentencia de prisión, pero no podrá salir del país durante los próximos diez años.
Badawi, de 38 años, acabó en la cárcel en junio de 2012 y dos años después fue condenado a diez años de prisión, una multa de casi un cuarto de millón de euros y prohibición de viajar. También fue azotado por presuntamente insultar al Islam.
Badawi ganó el Premio Sájarov a la Libertad de Pensamiento del Parlamento Europeo en 2015.