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Una gasolinera Shell en Moscú.
Ⓒ ANP/HH
Moscú amenaza con apoderarse de las posesiones de Ikea, Volkswagen y Shell en Rusia, entre otras. Según los expertos, si se nacionalizan las fábricas y sus sitios, esto conducirá a años de batallas legales. Además, Rusia se está marginando del mundo financiero. “El país se convierte inmediatamente en un paria para los inversores”.