La primera queja provino de una mujer de 21 años que dijo sentirse mal, mareada y que no recordaba nada de la fiesta pasada la medianoche. Ella no había bebido nada de alcohol. Se presentó en un hospital donde le extrajeron sangre, pero aún no se conocen los resultados de ese examen.
La fiesta se celebró justo antes del próximo receso de verano y atrajo a unos mil visitantes. El canciller Olaf Scholz también estuvo presente. Un portavoz del partido dice que fue «un evento interno al que solo se podía ingresar con una invitación».
La policía está investigando el incidente. La parlamentaria del SPD, Katja Mast, pide a las víctimas que informen en Twitter.
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