El marcador en ese momento era de 3-6, 6-4 y 4-1 a favor de Ruud. La joven se encadenó a la red en el Court Philippe-Chatrier de París con una cadena alrededor del cuello. Su camiseta tenía la leyenda ‘Nos quedan 1.028 días’, con la que quería llamar la atención sobre el clima.
Cuatro agentes de seguridad liberaron a la niña y la sacaron del recinto. El partido se reanudó después de un retraso de quince minutos. Ruud finalmente decidió el partido (3-6, 6-4, 6-2 y 6-2) y se enfrentará a Rafael Nadal en la final.
No es la primera vez que una competición deportiva se para por culpa del clima. Esto ha sucedido antes, especialmente en el fútbol.
Por ejemplo, a mediados de abril, el partido de la Bundesliga entre Frankfurt y Freiburg fue interrumpido durante unos minutos después de que dos activistas se ataron a los postes de la portería. Llevaban camisetas que decían en alemán: “Última generación: detengan la locura por los combustibles fósiles”. Un mes antes, un joven se amarró a un poste de la portería durante el partido de la Premier League entre Everton y Newcastle.
Y el ciclismo no es una excepción. A principios de abril, el activista climático Wouter Mouton (44) acaparó toda la atención durante el sprint final del Tour de Flandes. Unas semanas después, el mismo cuarentón también sacudió la final de la Copa de Bélgica en nombre del clima.