El aprecio puede contribuir decisivamente a la motivación y al desempeño en la vida profesional. Incluso con medios sencillos, el reconocimiento puede integrarse regularmente en la vida laboral cotidiana.
Hay muchas maneras de decir gracias. A menudo no se necesita mucho para expresar el aprecio de uno en la vida profesional. El efecto sobre la motivación y el rendimiento es aún mayor, según la revista “Factor A” de la Agencia Federal de Empleo.
Los eventos regulares pueden ser un punto de partida para promover la apreciación en el equipo. Fiel al lema “hay que celebrar las fiestas como vienen”, no es necesaria ninguna ocasión especial para ello.
Lo importante es que el tema no tiene nada que ver con el trabajo.
El contacto personal con los compañeros es motivador.
La vida privada también puede avanzar un poco más en la vida profesional. Cuando los cumpleaños del personal se celebran con algo pequeño, los miembros del equipo se sienten valorados.
Además, el intercambio regular puede marcar una gran diferencia.
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Lo que a menudo es fácilmente posible en empresas más pequeñas también puede ocurrir en empresas más grandes: discusiones personales entre supervisores y empleados.
El elogio hace más que la crítica.
Incluso una pregunta sobre el trabajo diario a menudo muestra que existe interés en el desempeño de los empleados.
Un clima de aprecio también significa que el gerente vigila el bienestar de los empleados. Por ejemplo, ofreciendo a los miembros del equipo que trabajen en horas extras acumuladas.
Básicamente, según el “Factor A”, se trata de no dar por sentado el éxito y el crecimiento.
Los elogios regulares y las palabras de agradecimiento no suponen un gran esfuerzo, pero son mucho más motivadores que las críticas.