La ministra de Agricultura, Femke Wiersma (BBB), quiere un retraso de tres años para la legalización de los detectores PAS, el grupo de agricultores que desde hace años se encuentran sin permiso de naturaleza debido al gobierno. Un aplazamiento hasta 2028 debería evitar que las provincias tengan que tomar medidas obligatorias contra las emisiones de nitrógeno de este grupo a partir de mediados de 2025, pero también significa una mayor incertidumbre para los empresarios tolerados.
Este plan y la política del nitrógeno se discutirán el viernes en el Consejo de Ministros, informan fuentes de La Haya.
Los reporteros del PAS son empresarios que reportaron emisiones de nitrógeno entre 2015 y 2019 y recibieron una exención. Esta exención resultó posteriormente inválida, cuando el Consejo de Estado determinó en mayo de 2019 que el Programa de Enfoque de Nitrógeno (PAS) del gobierno no era sólido.
En total, más de 3.600 empresarios han presentado una notificación PAS, de los cuales aproximadamente 2.550 solicitaron legalizar sus actividades comerciales. Al menos varios cientos cumplen los requisitos para obtener un permiso, pero todavía esperan esta u otra solución.
En concreto, siete periodistas habían recibido un permiso irrevocable a finales de septiembre. La legalización es difícil, porque primero debe disminuir el nitrógeno y debe haber espacio para los permisos. El gobierno debe demostrar que las zonas vulnerables Natura 2000 se están recuperando.
‘Inaceptable’
El gabinete Schoof ya había calificado anteriormente de “inconcebible” que los periodistas del PAS actuaran de buena fe y, sin embargo, fueran engañados. En el acuerdo de coalición, los partidos de la coalición PVV, VVD, NSC y BBB expresaron la ambición de resolver este delicado problema “lo más rápido posible”, incluso continuando con la legalización “sin cesar”. Este programa de legalización está vigente desde 2022 e incluye, por ejemplo, subvenciones para la reestructuración de explotaciones porcinas. La compra de grandes emisores, los “emisores máximos”, también debería crear espacio para el nitrógeno, dando prioridad a los detectores PAS.
La fecha límite para la legalización es finales de febrero y las provincias deberán aplicar medidas contra los periodistas del PAS a partir de mediados de 2025. Para evitarlo, una mayoría parlamentaria votó en octubre a favor de una moción de la Unión Cristiana y del SGP para posponer la legalización de los “cuellos de botella del PAS”. El ministro de Agricultura, Wiersma, se reunirá con la Cámara con un aplazamiento de tres años. A principios de diciembre habrá un debate agrícola sobre el enfoque del nitrógeno.
NPLG eliminado
Aún no está claro cómo quiere Wiersma abordar el problema del nitrógeno. El gobierno ha abandonado el Programa Nacional para las Zonas Rurales (NPLG), y la coalición ha reducido los aproximadamente 20 mil millones de euros para este enfoque a 5 mil millones de euros. Wiersma quería anteriormente invertir casi la mitad de esta cantidad, 2.250 millones de euros, en innovación técnica y una nueva política de emisiones, pero aún no hay acuerdo al respecto en el gabinete.
El propio Wiersma, en una breve respuesta, califica de “muy desafortunado” que ahora salga información de documentos que aún no han sido confirmados. “Esto es tanto más grave cuanto que se trata de periodistas del PAS que ya se encuentran en una situación incierta”. Wiersma dice que todavía no puede anticiparse, pero que está haciendo todo lo posible para ayudar a los periodistas del PAS. A corto plazo habrá más claridad sobre “la continuación del programa de legalización”, afirma.
Alien van Zijtveld, presidente del grupo de acción Agractie, expresó esta semana “grandes preocupaciones” en una carta a Wiersma. “Observamos que aumentan las quejas entre nuestros seguidores y que disminuye la confianza en ustedes. ¡Haz algo! De lo contrario, nos veremos obligados a hacer cumplir esto mediante procedimientos legales”.
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