Reseña: El Dortmund fichó a Can procedente de la Juventus en enero de 2020. Inicialmente cedido hasta final de temporada y luego de forma permanente por un importe de 25 millones de euros. La transferencia fue vista como un verdadero refuerzo, especialmente cuando se trataba de la cuestión de la mentalidad ganadora que ya prevalecía en el BVB. Al fin y al cabo, Can se había convertido en una figura importante en el partido de los Reds contra el Liverpool FC y, sobre todo, con Jürgen Klopp, que quería retenerlo, antes de marcharse a Italia y ganar el título de campeón con la Juventus de Turín.
Can dejó claro en su primera aparición por qué lo había contratado el BVB, cuando marcó un gol de ensueño en el partido en Leverkusen. Una promesa de un futuro exitoso en negro y amarillo. Pero ya no pudo aprovechar lo que probablemente fue su mejor momento en Liverpool.
A pesar de su ejemplar mentalidad de trabajador y luchador, encarnado por el excompañero de Can, Jude Bellingham, adorado por los aficionados del BVB, el jugador de 30 años nunca llegó a ser el favorito del público en Signal Iduna Park.
El campeón mundial francés Paul Pogba lo catalogó recientemente como uno de sus oponentes más desagradables. Su colega de la selección nacional, David Raum, también elogió recientemente a Can: “Sigo pensando que es un jugador de primer nivel. Especialmente cuando fue nominado para el Campeonato de Europa, nos ayudó dentro y fuera del campo. No en vano es el capitán del Dortmund. Porque es importante en el vestuario”. Pero parece que la opinión de Can entre los aficionados y sus compañeros no podría ser más contraria.
Involuntariamente, Can ahora tiene un descanso de jugar en la Bundesliga hasta diciembre. El seleccionador nacional Nagelsmann no lo tuvo en cuenta para los dos partidos de la Liga de Naciones. Después de su tarjeta roja se perdió al menos dos partidos con su club, incluido el partido contra el FC Bayern. Un descanso que podría venirle bien personalmente.
Sin embargo, la pausa forzada también podría tener consecuencias para él. Mientras tanto, algunos de los mejores jugadores volverán al BVB. Por ejemplo, el defensa Waldemar Antón, cuyo último lugar ocupó Can. Antes de las lesiones, el técnico Nuri Şahin ya confiaba en otros en el centro del campo: Felix Nmecha, Pascal Groß y Marcel Sabitzer. En otras palabras: el puesto habitual de Can está en peligro. Es posible que haya estado fuera del once inicial en Mainz durante mucho tiempo.