Infraestructuras críticas, como cables de comunicación submarinos pero también gasoductos y plataformas de extracción o exploración, esenciales para el suministro de energía, o centros de datos, a menudo ubicados en un entorno submarino para reducir su impacto ambiental. Piezas todas ellas que requieren un seguimiento constante frente a una serie de amenazas que pueden provenir de elementos físicos, como drones submarinos, o pueden, en cambio, viajar a través del dominio cibernético. De ahí la necesidad de reforzar las operaciones centradas en los abismos y los fondos marinos y para las cuales la Armada italiana ha creado un aparato de seguridad mediante operaciones marítimas específicas, iniciadas hace algún tiempo con operadores de los sectores de la energía y las comunicaciones, pero también con una vigilancia cada vez mayor y actividades de mapeo de infraestructura y áreas circundantes.
La central eléctrica de Santa Rosa
Para gestionar toda la información recopilada a través de su complejísima red, compuesta por submarinos, cazaminas, pero también fuerzas especiales y unidades submarinas, por nombrar solo algunos, la Marina cuenta con un centro de operaciones multidominio ubicado en Santa Rosa, no lejos de Roma, que ya está activa desde hace un año y que permite controlar todas las actividades submarinas, empezando por los riesgos de sabotaje que, como ha explicado varias veces el jefe del Estado Mayor de la Armada, Enrico Credendino, son mucho más importantes en los mares menos profundos. como el Mediterráneo, el Mar Rojo y el Mar del Norte.
La operación “fondo marino seguro”
El Centro de Vigilancia de Infraestructuras Subacuáticas Críticas opera dentro del Centro de Operaciones de Santa Rosa y supervisa la operación “Fondo Marino Seguro” que garantiza el monitoreo oportuno y una vigilancia exhaustiva de las infraestructuras submarinas críticas de interés nacional. Esta acción de control constante se lleva a cabo diariamente por diversos medios de la Armada -naval, submarinos y aéreos con la ayuda de la red de radares costeros- en las zonas marítimas afectadas por la presencia de cables o infraestructuras para el suministro de energía, como TAP, Greenstream y Transmed. que, como se sabe, garantiza el suministro de gas azerí, libio y argelino a Italia.
Apoyo al Instituto Hidrográfico
A través de los 9 cazaminas del Mando de Fuerzas de Contramedidas Minas (Maricodrag), equipados con sonar de alta definición, también se garantiza el apoyo al Instituto Hidrográfico de la Armada para la actualización de la documentación náutica y otra contribución importante la asegura el equipo operativo submarino del grupo ( Gos) de Comsubin (el Comando del Grupo de Buzos e Incursori “Teseo Tesei”), capaz de garantizar controles e inspecciones submarinas hasta 300 metros de profundidad con buzos y más de mil metros con robótica submarina.
La antigua estación radiotelegráfica de la Marina.
Todas las tarjetas que contribuyen al envío de información a la Central Santa Rosa que nació como una estación radiotelegráfica de la Armada en los años 1930 cuando Monseñor Don Antonio D’Antoni decidió donar el terreno recibido de su padre de aproximadamente 155 hectáreas a la Royal Navy poniendo sólo una condición, y es que llevara el nombre de su madre Rosa. De ahí el nombre actual con la Marina que decidió construir la estación RT más importante de la capital combinando otras dos estaciones existentes (San Paolo y Sant’Alessandro). Luego, en medio del conflicto, en 1942, la Armada decidió trasladar su mando operativo, es decir, la Supermarina, a Santa Rosa, eligiendo la finca como su “cuartel general de campo”.