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La inmigración ha impulsado el crecimiento demográfico más rápido del Reino Unido desde principios de la década de 1970, ya que las muertes superaron a los nacimientos por primera vez en 50 años fuera de la pandemia, según estadísticas oficiales que destacan los desafíos demográficos del país.
Se estima que la población del Reino Unido era de 68,3 millones a mediados de 2023, un aumento del 1 por ciento con respecto a mediados de 2022, dijo el martes la Oficina de Estadísticas Nacionales. Esta es la tasa de crecimiento anual más rápida desde que se dispuso de datos comparables en 1971.
El crecimiento de la población del Reino Unido se desaceleró a alrededor del 0,5 por ciento en 2017-19 desde un promedio del 0,8 por ciento en la década anterior y cayó drásticamente durante la pandemia. La rápida tasa de crecimiento demográfico en el último período fue impulsada por la migración internacional neta, que sumó 677.300 personas.
Sin inmigración, la población del Reino Unido habría disminuido por primera vez en medio siglo, excluyendo la pandemia. Las muertes superaron a los nacimientos en 16.300 en todo el país, lo que marca el primer cambio natural negativo, excepto en 2020, en todo el Reino Unido desde mediados de la década de 1970. La tendencia refleja la caída de las tasas de fertilidad y se espera que sea un característica de las futuras tendencias demográficas.
El contraste entre el salto de la migración neta y la caída del cambio natural de población fue «sorprendente», dijo Tony Travers, profesor de la Escuela de Economía de Londres. Añadió que el gobierno de Sir Keir Starmer «casi con seguridad» reduciría la inmigración desde este alto nivel.
Jonathan Portes, profesor de economía y políticas públicas en el King’s College de Londres, también espera una fuerte desaceleración en el crecimiento de la población en 2024 a medida que la migración neta vuelva a caer a niveles más normales. Añadió que “a largo plazo, estas cifras confirman que el Reino Unido dependerá cada vez más de la migración para mitigar la disminución a largo plazo tanto de la fertilidad como de la población en edad de trabajar”.
El fuerte aumento de la migración neta fue un duro golpe para el último gobierno conservador y fue objeto de un intenso debate en el período previo a las elecciones generales de julio, que los laboristas ganaron por abrumadora mayoría. El mes pasado, Starmer se reunió con la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, para pedirle consejo sobre cómo abordar la migración ilegal.
La migración fue el principal contribuyente al aumento de población en las cuatro naciones del Reino Unido, dijo la ONS.
La población creció más rápidamente en Inglaterra y Gales, con un 1 por ciento, que en Escocia, con un 0,8 por ciento, o que en Irlanda del Norte, con un 0,5 por ciento. Escocia lideró la caída del cambio natural de población con 19.000 nacimientos menos que muertes.
Madeleine Sumption, directora del Observatorio de Migración de la Universidad de Oxford, dijo que una mayor población “puede ayudar a abordar los desafíos en las finanzas públicas, pero sólo si los recién llegados se encuentran en el extremo superior del espectro de habilidades y salarios”.
Añadió que el crecimiento demográfico también añade presión sobre los costos de la vivienda y «requiere que invirtamos más en infraestructura como carreteras y hospitales para mantener los niveles de vida actuales».