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Los jugadores de fútbol están uniendo fuerzas con las principales ligas para presentar una queja formal ante la Comisión Europea contra la FIFA, aumentando la presión sobre el organismo rector mundial por el calendario de partidos cada vez más congestionado.
El sindicato de jugadores Fifpro y las Ligas Europeas —un grupo que incluye a la Premier League inglesa y La Liga española— dijo el martes Habían decidido emprender acciones legales después de que la FIFA “se negara sistemáticamente” a incluirlos “en su proceso de toma de decisiones”.
Los grupos también plantearon preocupaciones antimonopolio, argumentando que el doble papel de la FIFA como regulador y organizador de la competición “crea un conflicto de intereses”.
“Las decisiones de la FIFA en los últimos años han favorecido repetidamente sus propias competiciones e intereses comerciales, han descuidado sus responsabilidades como organismo rector y han perjudicado los intereses económicos de las ligas nacionales y el bienestar de los jugadores”, dijeron los dos grupos.
La promesa de presentar una queja formal surge tras las medidas de la FIFA para ampliar la Copa Mundial masculina de 32 a 48 equipos en 2026, y para reformar la Copa Mundial de Clubes, que se relanzará en Estados Unidos el año que viene como una competición de 32 equipos. La Copa Mundial de Clubes, mucho más grande (en el último torneo compitieron siete equipos en 2023), está diseñada para aumentar los ingresos de la FIFA.
Las ligas nacionales ven la expansión como una amenaza para sus propias competiciones, mientras que los jugadores se quejan de que están siendo llevados al límite físico en busca de ingresos adicionales por transmisiones para la FIFA.
“El calendario internacional de partidos está ahora más allá de la saturación y se ha vuelto insostenible para las ligas nacionales y un riesgo para la salud de los jugadores”, dijeron el martes la FIFPRO y las Ligas Europeas. “La acción legal es ahora el único paso responsable”.
En respuesta, la FIFA dijo que el calendario de partidos fue “aprobado por unanimidad” por el Consejo de la FIFA, que incluye a representantes de Europa, y fue el resultado de una “consulta exhaustiva e inclusiva” con los sindicatos y las ligas. Agregó que las ligas nacionales también estaban aumentando la carga de trabajo de los jugadores, por ejemplo organizando giras más largas en el extranjero durante la temporada baja.
“Algunas ligas en Europa –que son ellas mismas organizadoras y reguladoras de competiciones– están actuando con intereses comerciales, con hipocresía y sin tener en cuenta a los demás”, dijo la FIFA el martes.
La lucha por el calendario del fútbol es la última señal de que los actores deportivos están recurriendo al derecho de la competencia para defender sus intereses.
A fines del año pasado, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea dictaminó que la FIFA y la UEFA, el organismo rector del fútbol europeo, habían actuado ilegalmente en su gestión de la Superliga europea, una competición separatista abortada lanzada por clubes de élite en 2021.
El TJUE también consideró que la Unión Internacional de Patinaje había violado el derecho de competencia europeo cuando amenazó con sancionar a los atletas que querían competir en una competición no autorizada en Dubai.
El mes pasado, Fifpro, con sede en los Países Bajos, presentó una demanda legal ante el Tribunal de Comercio de Bruselas, acusando a la FIFA de establecer “unilateralmente” el calendario internacional de partidos.