El esloveno reafirma aún más su ventaja tras la victoria en Plateau de Beille: “Estoy muy contento, suelo sufrir el calor pero el equipo me apoyó”
La sensación de vértigo que se siente ante una obra de arte, el profundo asombro que ha dejado en estos valles llenos de gente. Todo este asombro, en definitiva, parece ser también suyo: “Nunca hubiera imaginado un resultado así al final de la segunda semana”, admitió Tadej Pogacar a su llegada al Plateau de Beille. Incluso el señor de los Pirineos y amo absoluto del Tour se quedó boquiabierto, y mucho menos quienes lo vieron de cerca. Después de una impactante demostración de fuerza hasta la cima, que incineró cada pequeña esperanza amarilla de Jonas Vingegaard, el esloveno recibe en serie elogios de los poquísimos que llegaron a la meta en tiempos humanos: cuando habían pasado 20 minutos desde su trueno en la meta, sólo 22 de ellos habían logrado completar esta segunda etapa en las montañas pirenaicas. “Estoy súper contento con lo que mostré, hacía mucho calor y suelo sufrir estas condiciones climáticas pero mi equipo me ayudó. Si miro el resultado puedo decir que este es realmente un día increíble”, continuó. .
nunca te relajes
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El rival danés también había intentado reaccionar, había organizado una contraofensiva desesperada a poco más de 10 km de la meta, pero el resultado no tuvo piedad: esos 3’09 en la general que disfrutó Pogi al final son una sentencia casi definitiva. “Esta vez Visma intentó controlar la carrera en la montaña, pero no me preocupé en lo más mínimo… – reiteró Tadej – Quería seguir a Vingegaard a su ritmo, luego intentó reiniciar, pero no iba. Tan rápido como en el primer ataque: entendí en ese momento que no tenía piernas para seguirme y me lancé con todo. Este año tuve un enfoque diferente al del año pasado, nosotros en los Emiratos Árabes Unidos nos dijimos que habíamos tomado. suficiente tiempo ayer.” A pesar de las numerosas dificultades de montaña que todavía quedan en los Alpes, el Tour parece ser una pasarela eslovena hacia Niza: “Qué puedo decir, la clasificación es muy buena, tenemos que gestionarla pero también continuar con esta mentalidad que nunca deja que estemos satisfechos. Ahora en el día de descanso (mañana, ed.) iré a tomar un buen café con mis compañeros. Nos relajaremos un momento, pero no demasiado…”.
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