El técnico puso en juego la Eurocopa pese a haber tenido poco tiempo para desarrollarla. ¿Presunción? Eso no quiere decir que sea malo
Los sofás tapizados son cómodos, pero montarlos y transportarlos cuesta tiempo y esfuerzo. Luciano Spalletti lo sabe bien porque trabajó en Empoli para una empresa de sofás de la que luego se hizo cargo con su hermano Marcello, antes de dedicarse exclusivamente al montaje de equipos de fútbol. Incluso esos requieren tiempo y esfuerzo. Ése era el gran problema para el técnico de Certaldo: el tiempo del que disponía para armar el juego de su selección.