“A menudo es bueno para una sorpresa”
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Los ojos de Gianluigi Buffon se iluminan al recordar aquella noche mágica en Berlín. Como ocurrió con el triunfo en la Copa del Mundo de 2006, el Estadio Olímpico vuelve a ser el destino soñado de Italia. Allí, la Squadra Azzurra quiere defender con éxito su título en la final del Campeonato de Europa el 14 de julio y celebrar con el trofeo como lo hizo el equipo de Buffon en 2006. Como entonces, los azzurri llegan plagados de escándalos y no como máximos favoritos. “A menudo, y a menudo, dábamos una mala impresión cuando salíamos desde la pole”, dijo Buffon, que ahora es el jefe de la delegación de la selección nacional. “Por otro lado, cuando empezábamos una fila detrás, a menudo éramos buenos para dar una sorpresa”.
Los italianos también esperan lo mismo esta vez. Porque el campeón defensor no se encuentra entre los favoritos más cercanos antes del inicio del torneo. El equipo se presentó de forma demasiado irregular en la clasificación y en los partidos de control, y las debilidades del equipo parecen ser demasiado graves. “En 2021, Italia tampoco era uno de los equipos más fuertes sobre el papel”, afirmó el seleccionador nacional Luciano Spalletti (en el cargo desde septiembre de 2023). “Ser el campeón defensor es un incentivo para nosotros”.
La preparación para el Campeonato de Europa no estuvo libre de problemas: la muy criticada partida del entrenador del campeón de Europa, Roberto Mancini, a Arabia Saudita, un nuevo escándalo de manipulación, acusaciones de racismo y preocupaciones por las lesiones mantuvieron al equipo ocupado. Además, está la posición deportiva inicial con el difícil Grupo B y los rivales Albania (15 de junio), España (20 de junio) y Croacia (24 de junio). Todo esto está haciendo que Italia pierda la fe en sus posibilidades de defender con éxito su título. “Estamos convencidos de que tenemos un buen equipo”, afirmó Spalletti, casi desafiante.
El hombre de 65 años recordó una vez más de dónde viene actualmente el cuatro veces campeón del mundo. La orgullosa nación del fútbol se perdió las finales de los Mundiales de 2018 y 2022. Sobre todo, dejó su huella el fracaso en los play-offs de 2022 contra la outsider Macedonia del Norte, apenas unos meses después de ganar la Eurocopa. “Intentamos seguir creciendo, pero venimos de perder la clasificación para el Mundial”, advirtió Spalletti, cuyo equipo consiguió asegurar su billete para la Eurocopa, esta vez tarde, con un empate 0-0 contra Ucrania.
Luciano Spalletti: El escándalo por las apuestas ilegales es un “trauma” para la Squadra Azzurra
Los azzurri quieren dejar atrás el trauma de perderse la participación en la Copa del Mundo con buenas actuaciones en Alemania, así como los titulares negativos de los últimos meses. Las acusaciones de racismo contra Francesco Acerbi (36; Inter) ya no deberían ser un problema simplemente porque el defensa, al igual que el joven Giorgio Scalvini (20; Atalanta), está desaparecido en Alemania por lesión y ha aumentado las preocupaciones sobre el personal de Spalletti. La situación es completamente diferente en el torbellino de apuestas ilegales que sacudió al fútbol italiano en el otoño de 2023. Después de las acusaciones contra los jugadores nacionales Sandro Tonali (24; Newcastle), Nicolò Zaniolo (24; Aston Villa) y Nicolò Fagioli (23; Juventus), la policía incluso acudió al centro de entrenamiento de la selección nacional en Coverciano, cerca de Florencia. “Eso fue un trauma para el equipo”, dijo Spalletti.
El elogiado centrocampista Tonali está suspendido de la Eurocopa, pero Fagioli sí está allí, aunque su sanción de siete meses no expiró hasta mayo. “Siempre tuve la esperanza de volver a la selección nacional, pero debo admitir que esta nominación me sorprendió”, dijo el jugador de 23 años. La participación en el Campeonato de Europa es “un sueño” para él. Spalletti espera que Fagioli aporte algo de frescura tras el largo parón. “Tiene esta calidad y esta inspiración”, elogió al centrocampista de la Juventus.
Buffon apuesta a que los problemas y el papel del outsider, similar al de 2006, cuando un escándalo de manipulación sacudió a toda la Serie A y a la selección nacional poco antes del Mundial, unirá al equipo y quizás incluso a toda la nación. “Aplaudir a Italia siempre es emotivo”, afirmó el hombre de 46 años. “Es el único evento donde todos nos hacemos hermanos. Esa es la verdadera magia de la selección nacional”.