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Nikki Haley ha decidido poner fin a su campaña presidencial, dijo el miércoles una persona familiarizada con el asunto. La medida corona una candidatura a la Casa Blanca que sobrevivió a todos los demás rivales republicanos de Donald Trump, pero no logró obtener suficiente apoyo para derrocar al expresidente.
Haley debía hablar desde su estado natal de Carolina del Sur a las 10 a. m., hora del Este, el miércoles después de perder ante Trump en la gran mayoría de las primarias republicanas celebradas el Súper Martes.
Las únicas elecciones primarias que había ganado hasta el momento fueron en Vermont y el Distrito de Columbia, la sede de la capital estadounidense. Trump está ahora a punto de conseguir suficientes delegados para ganar la nominación presidencial republicana.
Haley, ex gobernadora de Carolina del Sur y ex embajadora de Estados Unidos ante la ONU, se había presentado durante toda la campaña como una voz del conservadurismo tradicional en política económica y exterior, y parte de una nueva generación de liderazgo político para el país.
Después de obtener sólidas actuaciones en los debates republicanos televisados el año pasado, comenzó a ascender en las encuestas y se aseguró el apoyo de destacados donantes anti-Trump en Wall Street, mientras el campo de contendientes comenzaba a reducirse.
El apoyo más fuerte de Haley provino de votantes de centroderecha moderados e independientes opuestos a Trump, lo que la impulsó al tercer lugar en las asambleas electorales de Iowa y al segundo lugar en las primarias de New Hampshire.
Pero nunca pudo superar la abrumadora ventaja de Trump entre los votantes incondicionalmente conservadores y el corazón de la base del partido, que ahora está dominada por el expresidente.
En la recta final de su campaña, lanzó cada vez más ataques contra la edad, el carácter y la aptitud de Trump para el cargo, incluso llamándolo “desquiciado”, pero ese enfoque más agresivo no resonó entre suficientes votantes republicanos como para poner en peligro su ventaja.
Haley también advirtió repetidamente que Trump perdería las elecciones generales contra Biden y sugirió que el presidente en ejercicio no terminaría su mandato, dejando a Kamala Harris, la vicepresidenta, en la Casa Blanca. El Wall Street Journal fue el primero en informar sobre la decisión de Haley de poner fin a su oferta.