En ningún otro lugar los acontecimientos del año pasado se exponen tan maravillosamente como en Aalst. Preguntamos a cuatro grupos de carnaval distintos sobre el proceso creativo detrás de sus hallazgos: ¿de dónde sacan sus ideas, cómo las desarrollan y si existe autocensura? ¿Y adivina qué? El humor aceitoso no tiene por qué costar mucho. «Conseguimos esos cubos de la tienda de patatas fritas y los pintamos».
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Los carnavalistas de Aalst revelan de dónde obtienen su inspiración: “De la orina al beso. Sí, hicimos una lluvia de ideas sobre eso”
