El año pasado murieron al menos ocho patos y dos fochas cerca del complejo de apartamentos de Marion Huijbregts en Geldrop. Ella está muy preocupada. “Al parecer la gente odia a los animales. Casi no frenan. No entiendo cómo se puede matar a un animal así.” Intenta salvar a los animales con una gran pancarta con fotografías de patos que han sido asesinados. Pero eso crea rencor.
Inmediatamente llama la atención el cartel en el piso donde vive Marion. El lienzo tiene unos metros de ancho y contiene tres fotografías de patos fallecidos tirados al borde de la carretera. Imágenes espantosas. “Los residentes del apartamento no están contentos con esto. Me desean la muerte, me insultan. Me llaman loco y piensan que deberían encerrarme”.
Sin embargo, no considera quitar la pancarta. “Quiero avisar a la gente. Esos patos suben del agua a la franja verde, pero sólo tiene unos pocos metros de ancho. Luego cruzan la calle para ir al jardín municipal a comer allí”.
Y a menudo mueren mientras cruzan. “El año pasado fue especialmente malo. Ya se oye cómo algunos coches aceleran. Luego me acerco a la ventana y trato de ahuyentar a los patos aplaudiendo. Pero no siempre llego a tiempo y no siempre estoy en casa. “
Valla eliminada
Quiere que el municipio instale badenes. Ella misma instaló una valla, pero la municipalidad la retiró. “No tengo la sensación de que me tomen en serio, ni siquiera el municipio. Pero seguiré haciendo campaña hasta que no se maten más patos”.
El municipio colocó dos señales de advertencia en el verano de 2023. No habrá otras medidas. “Es cierto que hemos quitado esa valla. Esa valla se colocó violando las normas. Y esa señora pidió por teléfono los badenes. Sin embargo, nunca se presentó ninguna solicitud oficial”, afirma un portavoz municipal.
Sin barreras
Según el municipio de Geldrop-Mierlo, esta solicitud también sería rechazada. “Ya es verano de 30 kilómetros, por lo que los badenes no tienen mucho sentido. Además, los patos también pueden morir con badenes, porque esos patos no cruzan justo después de los badenes”.
Marion limpia ella misma los patos muertos. “Según el municipio, no tengo que hacer eso. Pero ¿qué pasa si pasan niños? Tiene una pinta realmente horrible, con esos intestinos abultados”.