De esta forma podrás utilizar limón para todas tus tareas de limpieza.

¿Quieres limpiar y ya no tienes un limpiador multiuso en casa, o prefieres utilizar un producto natural: el limón ofrece una solución? Es muy sencillo: mezcla el agua con unas gotas de limón y listo.

Las ventanas y los espejos quedan relucientes con un poco de limón. Tenga en cuenta que el limón también es un agente blanqueador y, por lo tanto, no se puede utilizar en algunas superficies.

Limón como quitamanchas y olores

El limón también funciona bien como lejía, por ejemplo para eliminar las manchas de sudor de tu blusa blanca o si has derramado vino tinto sobre tu ropa. Mezcla jugo de limón y sal, aplícalo sobre las manchas y luego lava tu ropa.

El limón también es la solución para que las cosas vuelvan a oler a fresco. Por ejemplo, tu frigorífico huele un poco a humedad: poner un bol con medio limón en tu frigorífico hace maravillas.

Jugo de limón para descalcificar

La cal del baño, la ducha o la cocina también se puede eliminar fácilmente con limón. Usa el lado cortado del limón para frotar el área donde hay cal. Luego déjalo en remojo por un rato y luego enjuaga con agua tibia.

También puedes descalcificar tu hervidor fácilmente con limón. Necesitas dos limones, cuyo jugo pones en un bol. Vierte el jugo en la tetera y llena el resto con agua. Luego encienda el hervidor. Después de hervir, dejar reposar el agua un rato. Pasada la media hora, tíralo y enjuágalo bien. Es útil hervir agua dos o tres veces más para quitar el sabor a limón.

Freidora y lavavajillas

¿Limpiar tu freidora con limón? Eso también es posible. El limón desengrasa y desaparece los malos olores. Así se hace: coloca un trozo de papel de aluminio en el recipiente recogedor y vierte una pequeña capa de agua sobre él. Corta un limón en trozos y colócalo en el agua. Encienda la freidora a 180 grados. Después de 10 minutos, apague nuevamente el dispositivo. De este modo se desprenden la grasa y los restos de comida y acaban en la lámina.

Otra opción: poner un bol de jugo de limón en la freidora. Asegúrese de que el recipiente sea resistente al calor.

Esto también funciona en tu microondas. Coloca un bol con jugo de limón y un poco de agua en el microondas. Enciéndelo durante cinco minutos y luego limpia fácilmente la superficie con un paño.

¿Te has quedado sin pastillas para lavavajillas? No tiene sentido. Corta un limón por la mitad y exprime unas gotas de jugo sobre todos los platos que acabas de colocar en el aparato. Corta la otra mitad en rodajas y colócalas en el cubertero. Enciende el lavavajillas como lo haces normalmente. Después del programa, la vajilla y el lavavajillas vuelven a estar relucientes.

¿A menudo tiras los cubiertos usados ​​al fregadero mientras cocinas o limpias? ¡Con este práctico consejo, tu fregadero permanecerá limpio por mucho más tiempo!

Fuente: Libélula/vtwonen



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