En la actual edición de la feria de moda femenina Modefabriek de Ámsterdam se nota claramente el predominio del público de habla alemana. Además de los más de sesenta expositores de Alemania, Austria y Suiza, los compradores y los interesados tampoco quieren perderse la feria, probablemente porque las oportunidades en sus países de origen son cada vez más escasas.
No fue hasta noviembre que finalizó la tradicional feria Berlín premium Anunciado. Otros eventos como Panorama, que en su día atrajo a decenas de miles de visitantes internacionales a la capital alemana, no se celebran desde hace varias temporadas. Como portador de esperanza y la única feria comercial que queda en Berlín es Seek.
Como estas opciones ya no están disponibles, cada vez más personas vienen a los Países Bajos vecinos para descubrir en Modefabriek no sólo las marcas internacionales, sino también las colecciones FW24 de sus propios compatriotas.
Tras la pausa ferial en Alemania: ¿traslado al país vecino?
“Berlín se cierra y otros mercados se benefician”, comenta con un guiño la diseñadora alemana Sophie Schneider-Esleben, que por primera vez está representada en la feria con su marca del mismo nombre. Se inspira en las acuarelas de su abuelo Paul Schneider-Esleben, un arquitecto de posguerra, que adapta gráficamente al cuerpo mediante tejidos.
Aunque ya existían en el última temporada SS24 A los representantes de la industria de la moda alemana presentes en el lugar, como un comprador del minorista Kress Modezentrum o la marca de moda femenina Aaiko, se unirán esta temporada otros grandes alemanes como el proveedor de calzado Tamaris, que forma parte del grupo Wortmann. Proveedor de ropa Atelier Gardeur GmbH de Mönchengladbach y el fabricante de camisetas de Bielefeld Seidensticker entre los expositores.
“Aquí hay incluso más vecinos rurales que en la edición anterior”, señala un comprador holandés. “Sin embargo, esto también es una ventaja para nosotros, ya que ya no tenemos que viajar muy lejos para descubrir las marcas alemanas”. Un cambio es bienvenido. Las conversaciones sugieren rápidamente que los compradores de habla alemana se dirigen a marcas de las regiones de Alemania, Austria y Suiza. A menudo las personas ya se conocen de ferias anteriores o empiezan a charlar en su lengua materna común.
El ambiente en la feria es convincente
“Modefabriek es sencillamente una feria genial”, afirma Jonas Kölln, director general del mayorista textil alemán Kurt Kölln, especializado en cachemira y accesorios. Durante su visita del año pasado, el evento le dejó una impresión duradera, por lo que ahora expone por primera vez con la marca filial de la empresa, Zwillingsherz, que ofrece prendas de punto con especial énfasis en materiales de alta calidad. La tasa de aciertos también es significativamente mayor.
Tonos similares proceden de la esquina del minorista de ropa de Hamburgo Lascana. “El ambiente es realmente bueno”, afirma un representante de la marca, que pertenece al grupo comercial Otto Group de Hamburgo. En los Países Bajos quieren abrir nuevas áreas y entusiasmar a los clientes con la línea de ropa ‘Woman’s World’.
Aunque muchos expositores de habla alemana han buscado el apoyo holandés para sus stands, éste rara vez es necesario. “Modefabriek nos resulta muy atractivo porque muchos compradores y agentes holandeses hablan alemán”, explica Sabrina Nebeling-Aysal, fundadora de la marca Lara Laurén. La especialización está en ropa y bolsos para exteriores. “A los minoristas les gusta la combinación de ropa y accesorios porque los complementos combinados se venden bien”. Actualmente las ventas se organizan internamente y, después de la feria, nos trasladaremos a Supreme en Múnich y al CIFF danés para abrirnos a nuevos mercados.
El público alemán es conservador: “Aquí se reciben mejor las cosas inusuales”
La motivación de muchas marcas para exponer en Ámsterdam parece basarse también en el gusto del público holandés. “Nos aconsejaron explorar el mercado del norte de Europa con nuestra inusual cartera de marcas”, dice la diseñadora de Innsbruck Claudia Steiner, de la marca CxB. “Tenemos una comunidad en Austria, pero las tendencias conservadoras allí hacen que sea más difícil para una marca rockera”. La reputación de los entusiastas de la moda holandesa es “informal”, por lo que esperan que una colección neutral en cuanto al género sea bien recibida por los compradores. .
Yves Rasschaert, director mayorista de la marca belga LolaLiza, también destaca el comportamiento conservador y analítico de los clientes alemanes: “Se les podría calificar de cerrados. Además, influencias sociales como los conflictos en Ucrania e Israel tienen una enorme influencia en el mercado alemán”.
También se notan diferencias en Miss Goodlife. “El público alemán exige más consejos e información sobre las prendas, mientras que los holandeses prefieren simplemente mirar”, afirma un representante de la marca alemana de ropa femenina. La marca regresa a Ámsterdam con una colección colorida.
Espacio para declaraciones
Este año también habrá lugares dedicados a temas especiales, incluido el foro de tendencias, que presenta las tendencias de moda de las próximas temporadas. La ‘Fashion Gallery’ sorprende con siluetas impresionantes, mientras que el área ‘Spotlight’ destaca las marcas jóvenes y expresivas. Además, las conferencias y clases magistrales ofrecen un programa variado sobre inteligencia artificial, alquiler de ropa y un futuro verde.
Modefabriek ofrece una amplia y entretenida oferta de eventos que, sin duda, en el futuro se convertirá en una cita obligada para los profesionales de la moda de habla alemana.