Gas, plan de gobierno listo: reinician extracciones desde el Sur


Diversificación de suministros a través de nuevos contratos para aumentar los volúmenes de entrada de gas y gas natural licuado por rutas alternativas a la rusa, a lo que hay que sumar los 2.000 millones de metros cúbicos más de producción nacional que se reiniciará desde Sicilia. Políticas para reducir el consumo de energía, partiendo de las oficinas públicas, pero que, en caso de corte de gas en Moscú, podría suponer también la desconexión de los usuarios industriales con un ahorro global, sin comprometer el sistema, de unos 3.000 millones de metros cúbicos por año en términos de no uso de gas. Y de nuevo, otro paquete de simplificaciones para acelerar nuevas instalaciones verdes, desbloqueando también los últimos cuellos de botella en materia de autorizaciones autonómicas y luz verde de las superintendencias.

Hacia un nuevo decreto de ayudas el jueves

Estos serían los ejes principales de la estrategia gasista global que el Gobierno quiere llevar al próximo Consejo de Ministros. La reunión, salvo cambios de última hora, será convocada para el próximo jueves y deberá desestimar el nuevo decreto de ayudas a la economía que también contendrá las nuevas reglas para intensificar la liberación progresiva de los 29.000 millones de metros cúbicos anuales suministrados por Moscú. Un proceso que avanza muy rápido gracias a la apuesta al frente del primer ministro Mario Draghi, tanto que, hace dos días, incluso el diario alemán Die Welt hablaba de una Italia más rápida que Alemania en cerrar acuerdos con otros países para independizarse de energía rusa.

Los acuerdos de gas

Una serie de acuerdos, desde Argelia (preparada para asegurar 9 mil millones de metros cúbicos adicionales por año a partir de 2023) hasta la doble victoria, recién lograda por la misión de los ministros Luigi Di Maio (Exterior) y Roberto Cingolani (Transición ecológica), en Congo y Angola, pasando por los aproximadamente 2.000 millones de metros cúbicos adicionales vía Tap ya desde finales de este año, lo que debería asegurar un total de aproximadamente 22.500 millones de metros cúbicos adicionales de gas a finales de 2023. A estos se sumarán los 2 mil millones más de metros cúbicos de gas doméstico que el gobierno no estaría dispuesto a acelerar con un nuevo decreto de desbloqueo de perforaciones que modifica el perímetro fijado por Pitesai, el plan regulador de los yacimientos, sino a través de una modificación detallada.

Las contribuciones de los depósitos en el Adriático

En resumen, una facilitación técnica gracias a la cual las áreas adyacentes a los proyectos Argo y Cassiopea de Eni en Sicilia no se incluirán en las áreas prohibidas para las actividades de extracción. De esta forma, la producción podrá reiniciarse a partir de aquí (donde las estimaciones del sector señalan un potencial en términos de reservas de 10.000 millones de metros cúbicos), elevando así el listón nacional, también por la aportación que aseguran otros yacimientos del bajo Adriático, entre Las Marcas y Emilia Romaña.

El papel de las centrales eléctricas de carbón

El nuevo sprint en el frente del gas alternativo al ruso estará acompañado por el «amortiguador» garantizado por las centrales eléctricas de carbón. El camino que pretende tomar el ejecutivo sería maximizar el funcionamiento de las 4 centrales (Fusina, Torrevaldaliga y Brindisi de Enel, Monfalcone de A2A) que, de momento, no están bombeando al máximo de revoluciones. Al aumentar la capacidad al 100% se obtendría un ahorro de aproximadamente 3.500 millones de metros cúbicos al año por la falta de uso de gas. Pero la operación seguirá siendo cronometrada: no más de dos años y con controles semestrales.



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