Atalanta con buena salud, defensa de hierro y la magia de Gasp: Inter, qué riesgos

En las próximas seis jornadas, cuatro partidos fuera de casa difíciles para el equipo de Inzaghi: un estadio caliente y dificultades tácticas y técnicas con la Dea

luigi garlando

El general Inzaghi comienza su campaña a domicilio el sábado. Entre las jornadas 11 y 16, su Inter deberá enfrentarse a domicilio a Atalanta, Juve, Napoli y Lazio. Es decir, dos equipos que están disputando la Champions (Nápoles, Lazio), uno que, sin sanción, la estarían jugando (Juve) y el Atalanta, protagonistas de la Europa League. Estas cuatro batallas más allá de la frontera milanesa dirán mucho sobre los líderes. Lo que reconforta a Inzaghi son los hábitos del equipo que se siente como en casa fuera de casa: sólo victorias fuera de casa en el campeonato y un empate en la Liga de Campeones. El estadio hostil impone un nivel mínimo de tensión que en el fuerte de San Siro el Inter a veces pierde (Sassuolo, Bolonia). Pero el viaje a Bérgamo, ante un Atalanta sano, esconde trampas. La Juve, que apenas sobrevivió aquí, es una advertencia.

triangulo magico

Inzaghi lo sabe, también por experiencia directa, en sus dos anteriores llegadas al Gewiss como jugador del Inter. En la 2021-22 el 0-0 acabó con la racha de 8 victorias del Inter. El año pasado, los nerazzurri terminaron 3-2 al remontar el déficit de Lookman, pero fue otra Diosa, que sufrió una tercera derrota y había encajado 12 goles en 7 partidos. Viene de dos victorias en el campeonato y una perdida por distracción en la copa. Tres partidos se jugaron bien, in crescendo. Y tiene la tercera defensa del torneo: 8 goles marcados en 10 partidos, 7 porterías a cero como los nerazzurri. La primera dificultad de Inzaghi será igualar las ganas de un equipo, ya en zona de Champions, que intuye la hazaña y el salto de calidad. El Gewiss estará tórrido. Luego estarán las dificultades tácticas que Gasperini impone a todos. El partido, como siempre, se jugará aquí, entre las ganas del Atalanta de saltar sobre el rival, uno a uno, y la capacidad de Inzaghi para salir adelante. Calhanoglu y Mkhitaryan serán atacados en la presión. Se convertirán en extremos y brazos valiosos para levantar el balón. Hace dos años, Brozovic, preso, empezó a construir mucho a Bastoni, luego Gasp movió a Pessina al brazo y el juego cambió. Esperamos movimientos y contraataques de este tipo. Pero también será un desafío técnico, porque desde hace algún tiempo la Diosa ya no la usa sólo ahora, quien la resume en un uno a uno total no la conoce. Los centrocampistas De Roon, Ederson, Koopmeiners no bajan sus números hoy frente a Barella, Calhanoglu, Mkhitaryan. El trío de Bérgamo ha desarrollado una notable comprensión e intercambiabilidad de roles. Gasp puede moverlos a voluntad, porque los tres saben prepararse desde atrás y los tres atacan el área, muchas veces haciéndolo juntos, moviendo el balón por el perímetro.

Scamacca más

En el pasado reciente, la maniobra de Bérgamo a menudo implosionaba por falta de refinamiento, ahora, con la nueva referencia de Scamacca, todo se vuelve más sencillo. Siempre y cuando sea siempre él quien floreció en Empoli, donde mostró toda la gama del buen 9. Contra una torre como ésta, potente y técnica, complementada por la velocidad y la reactividad a corto plazo de Lookman, la mejor defensa del campeonato. Tendrá que dar lo mejor de sí mismo. Sobre esta base, el general Inzaghi podrá entonces intentar conseguir la victoria. ¿Como? Dzeko empató el año pasado deslizándose detrás de la línea Orobic. El Atalanta, que corre hacia adelante, sufre el balón atrás por su constitución. Recordemos el espléndido gol de volea de Lautaro en el empate 2-2 en San Siro: cambio de juego de Barella que asiste a Toro. La Diosa, que se concentra en la presión, también es alérgica a los cambios de juego oportunos y, propensa a desequilibrarse hacia adelante, siempre ha sufrido la búsqueda de profundidad de Lukaku. Thuram es otra cosa, pero aún así puede doler en espacios abiertos. Inzaghi podría jugar con el reloj y ganar con paciencia. Cambios a nivel de De Roon, Koopmainers y Ederson, que trabajan mucho, Gasp no los tiene. Y ni siquiera en banda. Inzaghi, como ya lo hizo, puede aplastar pasada la hora de juego, con Frattesi y sus flechas de repuesto. Los generales exploran la llanura de Gewiss. La batalla de Bérgamo promete espectáculo.





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