Desde hace años, los países del Sudeste Asiático planean presentar una candidatura para la organización del Mundial de 2034. A principios de este mes se filtró que se estaba considerando una candidatura conjunta de Indonesia, Malasia, Singapur y también Australia. Una candidatura construida sobre arena suelta se hizo evidente unos días después, cuando Malasia se retiró y apoyó la candidatura de Arabia Saudita. El país vecino de Qatar, que acogió un polémico Mundial a finales del año pasado, es ahora el único candidato que queda. El plazo finaliza hoy/martes.
Sólo los países de Asia u Oceanía eran elegibles para la candidatura. Un truco de la Asociación Mundial de Fútbol FIFA, que el 4 de octubre adjudicó sin previo aviso el Mundial de 2030 a España, Portugal y Marruecos.
Los primeros tres partidos fueron adjudicados a Uruguay, Argentina y Paraguay, en homenaje al centenario del Mundial. La primera edición se realizó en Uruguay en 1930. Allí participaron regularmente Paraguay y Argentina, además de otros once países.
El Mundial acaba en tres continentes diferentes: Europa, África y Sudamérica. En 2026 será el turno de América del Norte y Central con Canadá, Estados Unidos y México, lo que significa que en 2034 será el turno de Asia y Oceanía, según la rotación de la FIFA. Los países interesados tenían sólo 27 días para presentar su solicitud, ya que la fecha límite estaba fijada para el martes 31 de octubre.
Arabia Saudita es el único candidato y se le adjudicará la Copa del Mundo a finales del próximo año, por falta de competencia. El país lleva varios años invirtiendo mucho en el fútbol y también tenía la vista puesta en el Mundial de 2030.
Las organizaciones de derechos humanos ya están sorprendiendo: “Apenas un año después de la catástrofe de los derechos humanos en la Copa del Mundo de Qatar, la FIFA aparentemente aún no ha aprendido la lección”, afirmó Human Rights Watch en un comunicado el fin de semana pasado.
“El simple hecho de adjudicar tales eventos multimillonarios sin la debida diligencia y sin ningún tipo de transparencia puede conducir a la corrupción y a graves violaciones de los derechos humanos. La posibilidad de que la FIFA conceda la Copa del Mundo de 2034 a Arabia Saudita demuestra que la Asociación Mundial de Fútbol se está burlando de los derechos humanos”.
Amnistía Internacional dice que la FIFA ha “anotado su propio gol” con sólo una candidatura sobre la mesa para la Copa Mundial de 2034. “La FIFA debe estar preparada para detener el proceso de candidatura si las violaciones de derechos humanos no se abordan de manera creíble”, dijo Steve Cockburn, director de economía. y justicia social en Amnistía Internacional, afirmó en un comunicado.