Se trata del límite máximo que entró en vigor en febrero para evitar picos en el precio del gas debido a la guerra en Ucrania y la fuerte reducción de los suministros de gas ruso a Europa. Este límite máximo de 180 euros por megavatio hora entra en vigor si el precio del gas supera el límite durante tres días laborables o más y el precio es además al menos 35 euros superior al precio objetivo global del gas licuado (GNL) durante tres días.
Según los diplomáticos con los que habló el FT en Bruselas, “no hay indicios de efectos negativos” de la medida. Los precios del gas son ahora casi un 90 por ciento más bajos que el año pasado y los depósitos de gas en Europa están bien llenos. Sin embargo, esto no significa que todos los riesgos hayan desaparecido, advierten los expertos desde hace tiempo.
“No sabemos qué pasará este año. Tenemos la situación en Israel y no sabemos cómo afectará eso a las importaciones de Oriente Medio”, afirma el periódico. Los conocedores también dicen que el presunto sabotaje de un gasoducto entre Finlandia y Estonia a principios de este mes es motivo de preocupación. Por tanto, sería “bueno para Europa tener un seguro”.
Los precios europeos del gas natural volvieron a subir el viernes debido a los temores de un conflicto más amplio en Oriente Medio. Anteriormente, los precios del gas cayeron debido a pronósticos climáticos más suaves para Europa y los esfuerzos de Estados Unidos para contener el conflicto entre Israel y el movimiento militante palestino Hamás. En la Bolsa de Gas de Ámsterdam, el precio para los suministros en noviembre aumentó más de un 2 por ciento el viernes por la mañana hasta 51,25 euros por megavatio hora. Semanalmente, el precio del gas había caído ligeramente. Sin embargo, el precio todavía está aproximadamente un 35 por ciento por encima del nivel anterior al ataque de Hamás a Israel el 7 de octubre. La semana pasada, los precios del gas incluso alcanzaron su nivel más alto desde febrero.