Con demasiada frecuencia, una bicicleta, un patinete compartido, un cartel publicitario o un bolso se “amontonan” en la directriz para personas ciegas y deficientes visuales, dice Karin Hoefmans de la Asociación de Ojos de Brabante Septentrional en Tilburg. Ella estará en Spoorpark el lunes, Día del Bastón Blanco, para que la gente experimente lo que las personas ciegas tienen que afrontar en la vida diaria. Porque quien no ve bien quiere ser visto.
En Spoorpark se ha creado un sendero donde las personas con los ojos vendados y un bastón blanco pueden experimentar lo que enfrentan las personas ciegas y deficientes visuales cuando dan un paso fuera de su casa. Los carteles publicitarios, las bicicletas y otros obstáculos convierten la línea guía en una auténtica carrera de obstáculos.
La propia Karin todavía puede ver alrededor del 20 por ciento con su ojo izquierdo. “Es un poco más que sombras o claroscuros”, asegura. “Así que todavía puedo ver un poco”. Pero todavía necesita mucho su bastón blanco.
Por lo tanto, existe una directriz especialmente para personas ciegas o con discapacidad visual. Esto le permite sentir por dónde camina con la ayuda de un bastón blanco. Son líneas en la acera, que quizás reconozcas desde el andén del tren. “Es sólo que algunas personas simplemente no saben para qué sirve”.
“KLEBEM, oigo, cuando algo se ha caído. Y sólo entonces la gente viene corriendo hacia ti.”
El resultado de esa ignorancia es angustioso. “La gente coloca entonces su bicicleta, su scooter o su cartel justo en esa línea, lo que hace que yo choque con él”, dice Karin. “‘¡Klebem!’, oigo cuando algo se cae. Y sólo entonces la gente viene corriendo hacia ti. Al principio se sorprenden, pero luego se les cae la moneda.”
“Por eso el día del bastón blanco es tan importante”, afirma Karin. “El poder está en la repetición.” Poner carteles no tiene mucho sentido, piensa. “Dejemos que la gente cruce esa línea con un palo como ese. Así se lo pensarán dos veces la próxima vez”.
Marcelle Hendrickx, concejal de Atención y Apoyo del municipio de Tilburg, también aprovecha esta oportunidad. Intenta pasar por el camino que la asociación de ojos ha tendido en el Spoorpark. Con una máscara para los ojos y un bastón blanco, cruza la acera y choca con una bolsa, un transeúnte y una bicicleta. “Inmediatamente pierdes toda tu orientación”.
Esto hace pensar al concejal por un momento, dice. “Tengo que averiguar dónde tenemos esas líneas guía en la ciudad”, reflexiona Hendrickx. Porque en realidad sólo me viene a la mente tan rápido el de la estación.
“Por favor, ténganos en cuenta y dénos espacio”.
Una pequeña revelación para el concejal, pero en realidad una asociación ocular depende principalmente del usuario medio de la calle. El que aterriza su patinete compartido en la línea guía. Deja su bicicleta allí. “Por favor, tómennos en consideración y dennos espacio”.