Zaniolo, es hora de romper el ayuno: en el Olímpico de A lleva 854 días sin marcar

Hoy (18.00 horas) con el Atalanta Nicolò busca el gol que no encuentra en casa en Liga desde el 2 de noviembre de 2019 ante el Napoli

Nicolò Zaniolo vuelve a intentarlo, 854 días después. Muchos han pasado desde su último gol en el Olímpico, en Liga. No es válido para las estadísticas pero, en realidad, el delantero de la Roma había marcado un gol precioso, y válido para la victoria, ante el Génova, pero anulado por falta de Abraham unos segundos antes. Entonces, oficialmente, en la Serie A, Nicolò no marca en su estadio desde el 2 de noviembre de 2019 contra el Napoli. Si en la ida de diciembre el partido ante el Atalanta había servido para romper un tabú -el primer gol en Liga tras la segunda lesión-, quizás hoy pueda llegar el gol que el chico espera desde hace 28 meses.

Revolución

En el medio, el mundo realmente ha cambiado: el de ella y el de todos. Cuando marcó en el Napoli Zaniolo era el mejor talento del fútbol italiano, la Roma estaba loca por él, era considerado el presente y sobre todo el futuro de la selección. Luego, dos meses después, el comienzo del calvario. También en este caso suyo y de todos. En enero de 2020 se rompe el cruzado de la derecha, estalla la pandemia, consigue volver al campo en verano, casi aliviado de haberse perdido unos partidos y de no haberse perdido la Eurocopa gracias al confinamiento. En cambio, en septiembre, en Holanda con Italia, el otro cruzado se rompe. Un golpe muy duro. Comienzan meses pesados: Covid, que se contrae de forma no muy leve, chismes, paternidad anunciada en los diarios. Nicolò se equivoca, aprende de los errores, cambia y empieza a pensar solo en el campo. En Bérgamo, en diciembre, el mejor partido del año, hace una semana en La Spezia el banquillo decidido por Mourinho en la primera mitad, luego la recuperación como protagonista sobre el césped.

hombre enmascarado

Gana el penalti decisivo, se rompe la nariz, pero no se opera porque la fractura es muy pequeña. Hoy saldrá al campo con una máscara protectora para evitar problemas, pero sin miedo, también porque pesa tan poco que en los entrenamientos, cuando la probó, no sintió ningún tipo de molestia. Así como ya no siente molestias en el muslo, donde ni siquiera un hematoma en las últimas semanas le había hecho entrenar de la mejor manera. Ahora Zaniolo está listo. Enmascarado o no, 854 días después, tendrá 43 mil hinchas listos para empujarlo a buscar esa meta, en el Olímpico, que tanto extraña.



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