Ruud Leblanc, del grupo de trabajo sobre lechuzas comunes del norte de Holanda, realizó una investigación sobre la presencia de lechuzas comunes en la escuela de equitación de Zandvoort. También corría el rumor de que eran varios. Antiguamente se hablaba de una pareja de búhos con “jóvenes” alojados allí.
“Ahora no puedo determinar cuántos hay ni qué edad tienen. No son pájaros de jaula que simplemente se cuentan y se sabe su edad”, explica Leblanc.
‘Los búhos no son los culpables del retraso en la construcción de viviendas’
“Un número desconocido de lechuzas jóvenes abandonaron el nido el año pasado, pero eso fue antes de que el municipio se pusiera en contacto conmigo”, continúa el experto en lechuzas.
No cree que sea culpa de los pájaros que el proyecto de vivienda se haya retrasado. “El municipio solicitó demasiado tarde asesoramiento ecológico para investigar si había fauna protegida. Cuando se descubrió que había lechuzas y golondrinas, me pidieron consejo sobre los búhos.”
Las nuevas ubicaciones siguen los consejos de Leblanc. A pesar de la solicitud algo tardía, la cooperación con el municipio sigue siendo agradable, afirma. Todavía se necesitaba una exención del servicio medioambiental de Holanda Septentrional para poder instalar las cajas nido en el club de hockey. Según el portavoz, esto ya se ha completado.
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