Va muy rápido, pero el público está muy entusiasmado. Hay pocos festivales que se centren exclusivamente en el underground y los fans vienen de toda Europa para ello. “Estamos agotados este año. Esto significa que 3.000 personas vendrán a Ypres, entre ellos muchos espectadores internacionales. Creo que la escena hardcore, punk y metal sigue viva. También vemos venir a muchos niños y eso es bueno para el rejuvenecimiento de la escena musical”, afirma Davy Bauwen, de la organización.