El precio de los alimentos en el supermercado no va a bajar pronto. De hecho, es más probable que los precios vuelvan a subir. Heladas, calor, lluvia o enfermedades: todo puede provocar una cosecha fallida. Y mientras tanto, la población mundial está creciendo. «Será mejor que nos acostumbremos a estos precios en lugar de compararlos con 2019 o 1975. Entonces todo será sorprendentemente caro».
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