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El presidente Xi Jinping ha advertido que la recuperación económica de China “aún se encuentra en una etapa crítica”, ya que los líderes del Partido Comunista se comprometieron a apoyar el crecimiento con más políticas fiscales “proactivas” y monetarias “efectivas” en el nuevo año.
Los comentarios se producen tras meses de datos mixtos en la segunda economía más grande del mundo, con las exportaciones en términos de dólares tornándose ligeramente positivas en noviembre después de una larga caída, mientras que los datos oficiales sugirieron que la actividad manufacturera se estaba debilitando.
En un discurso pronunciado en una reunión política en Beijing, Xi dijo que si bien la recuperación económica de la pandemia estaba mejorando, enfrentaba un entorno político y económico internacional adverso y desafíos cíclicos y estructurales internos superpuestos.
«En la actualidad, la recuperación económica de nuestro país aún se encuentra en una etapa crítica», citó el viernes la agencia estatal de noticias Xinhua a Xi en el discurso pronunciado a principios de semana. «La situación de desarrollo que enfrenta nuestro país es compleja».
La economía de China ha luchado por recuperarse del impacto de los estrictos controles de Covid impuestos el año pasado y de una profunda crisis de liquidez en el sector inmobiliario que ha socavado el crecimiento y la confianza de los inversores y consumidores.
El gobierno ha intensificado gradualmente el estímulo monetario y fiscal, recortando las tasas de interés y anunciando la emisión de 1 billón de RMB (140 mil millones de dólares) en bonos del gobierno central, pero el repunte de la actividad ha sido lento y desigual.
Por otra parte, el Politburó del Partido Comunista declaró en una reunión celebrada el viernes para discutir el trabajo económico para el próximo año que el gobierno debería «seguir implementando políticas fiscales proactivas y políticas monetarias prudentes».
Dijo que Beijing debería mejorar «la calidad y eficiencia» de las políticas fiscales, mientras que la política monetaria debería ser «flexible, apropiada, precisa y efectiva», informó Xinhua.
La reunión también dijo que era “necesario. . . fortalecer la propaganda económica y la orientación de la opinión pública”. Los economistas se han quejado de la creciente presión de Beijing para no criticar la economía este año.
Tras un fuerte aumento del desempleo juvenil, este año la Oficina Nacional de Estadísticas también suspendió una serie de datos sobre el desempleo entre los jóvenes.
Xinhua no reveló si el Politburó discutió el objetivo oficial de crecimiento del producto interno bruto para el próximo año. Esto suele anunciarse en marzo en la reunión anual del parlamento oficial de China y es una de las decisiones políticas más esperadas en el calendario económico del país.
Este año Beijing fijó el objetivo de crecimiento del PIB en 5 por ciento, el más bajo en décadas. Los economistas especulan que podría fijar el mismo nivel para 2024, aunque advierten que se necesitarían estímulos sustanciales para lograr este crecimiento dado el deslucido impulso de la economía.
Los analistas de Citi dijeron en una nota de investigación que el lenguaje del Politburó mostró un cambio en su sesgo político hacia el «progreso», que incluye el crecimiento económico, después de muchos años en los que Beijing enfatizó la «estabilidad».
«Llevamos mucho tiempo argumentando que el desarrollo debería ser una condición previa para la estabilidad, la seguridad nacional y las agendas geopolíticas», escribieron los analistas. Predijeron que Beijing establecería un objetivo del 5 por ciento el próximo año, pero advirtieron que no habría un “megaestímulo”.
Erin Xin, economista de HSBC para la Gran China, dijo en una nota de investigación que, además de las políticas para impulsar el mercado inmobiliario, «esperamos que Beijing siga aumentando el apoyo fiscal, mientras que es probable que la política monetaria siga siendo acomodaticia».
«La recuperación de la demanda interna de China aún necesita más apoyo», escribió Xin.
La reunión del Politburó también pidió a los cuadros intensificar una campaña anticorrupción en el nuevo año, en particular para “investigar y abordar seriamente. . . ‘moscas y hormigas’”: término para referirse a funcionarios corruptos de gobiernos locales y empresas estatales.