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Volkswagen ha reducido su orientación anual por segunda vez en tres meses, ya que el mayor fabricante de automóviles de Europa culpó a “un entorno de mercado desafiante” por las menores ventas.
El grupo alemán dijo el viernes que esperaba un margen de beneficio operativo de alrededor del 5,6 por ciento en 2024, en lugar del rango del 6,5 por ciento al 7 por ciento que había pronosticado. La rebaja se produjo después de que VW redujera su objetivo en julio, citando los costos de cerrar una planta de Audi en Bélgica.
VW ha dicho que está considerando cerrar plantas en Alemania por primera vez en sus 87 años de historia, ya que el fabricante de automóviles ha lidiado con una caída en la demanda de vehículos en Europa y el aumento de marcas chinas más baratas.
“Un deterioro del entorno macroeconómico está teniendo un impacto negativo, lo que podría resultar en mayores riesgos”, dijo VW.
El miércoles, VW inició negociaciones sobre salarios con el sindicato IG Metall, que exige un aumento salarial del 7 por ciento para los empleados. El sindicato y el comité de empresa del grupo han advertido que serán posibles huelgas en las fábricas alemanas a partir de diciembre.
El analista de Jefferies, Philippe Houchois, dijo que Volkswagen podría estar considerando cerrar dos o tres instalaciones, lo que resultaría en la reducción de 15.000 puestos de trabajo. “No creo que haya un plan B porque es necesario reducir la capacidad”, afirmó.
Porsche SE, el vehículo de inversión controlado por la familia Porsche-Piëch, que posee el 53,3 por ciento de VW, ahora espera ganancias después de impuestos de 2.400 a 4.400 millones de euros en lugar de su rango anterior de 3.500 a 5.500 millones de euros.
Una desaceleración en el crecimiento de las ventas de automóviles eléctricos ha afectado a la industria automotriz mundial, pero las consecuencias han sido particularmente grandes para los grupos en Alemania, donde a fines del año pasado se retiraron los subsidios para la compra de vehículos propulsados por baterías.
Las nuevas matriculaciones de vehículos eléctricos en la UE cayeron un 44 por ciento en agosto en comparación con el año anterior, y Alemania sufrió una caída del 69 por ciento, según las últimas cifras publicadas por Acea, el organismo europeo de la industria automovilística. A la luz de la fuerte caída, Berlín está discutiendo nuevos incentivos fiscales para estimular la demanda de vehículos eléctricos por parte de los consumidores.
La semana pasada, Mercedes-Benz también redujo su guía de ganancias para todo el año debido a una caída en las ventas en China, el mercado automovilístico más grande del mundo, donde las marcas extranjeras han sufrido una feroz competencia de precios con sus rivales locales.
BMW, el fabricante de automóviles premium con sede en Munich, recortó a principios de este mes sus perspectivas anuales al dejar de lado los costos esperados de pago de garantía para sistemas de frenos defectuosos y advirtió sobre la débil demanda en China.