La carrera se reinició después de la tragedia de Mader. Últimos 25 km neutralizados (y sin desniveles) para un descenso en la final. El campeón del mundo ataca y en meta recuerda al suizo. Domingo contrarreloj decisivo de 25 km: Remco puede desbancar al líder Skjelmose
Una paloma blanca lanzada al cielo al inicio de la etapa durante el minuto de silencio en memoria de Gino Mader y la emoción de Remco Evenepoel en la meta de Weinfelden de la séptima y penúltima etapa de la Vuelta a Suiza, con huecos neutralizados en la últimos 25 km debido a la presencia de un descenso en la final. La carrera suiza se reinició con el corazón apesadumbrado: un largo desfile de 183 km con cientos de carteles y pancartas para recordar a Mader. Hasta el ataque del campeón del mundo a 17 km de la meta: Evenepoel va solo hasta la meta, y unos metros antes de la línea blanca lanza un beso al cielo, levanta los dedos y late el corazón en homenaje al suizo Gino Mader, el joven talento de 26 años que falleció el viernes en el hospital de Chur tras volar a 90 km/h en el descenso del paso de Albula. Detrás de él, su amigo y rival Wout Van Aert vence a Coquard, Manzin y Aranburu en el sprint grupal.
Evenepoel está en su séptima victoria de la temporada, la 44 de su carrera. Regresa al Giro de Italia tras retirarse por el Covid y el domingo se jugará la victoria final de la Vuelta a Suiza: el líder sigue siendo el danés Matthias Skjelmose (Trek-Segafredo), que antecede por 8″ al austríaco Gall , la española Ayuso de 18″ y la flamenca de 46″. La contrarreloj de St. Gallen a Abtwil, en el cantón de St. Gallen, tiene 25 km, y Evenepoel es uno de los mejores especialistas del mundo: en la contrarreloj inaugural del Giro en la Costa dei Trabocchi (18 km) infligió 22″ a Ganna y 55″ a Thomas.
© REPRODUCCIÓN RESERVADA