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La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, viajó el viernes a Kiev, donde anunció un préstamo de la UE de 35.000 millones de euros para Ucrania como parte de un plan del G7 para recaudar 50.000 millones de dólares gracias a las futuras ganancias de los activos estatales rusos congelados.
Otros miembros del G7 pagarán la diferencia hasta los 50.000 millones de dólares acordados a principios de este año, pero que se han visto empañados por retrasos. El Financial Times fue el primero en informar el viernes sobre el préstamo de 35.000 millones de euros de la UE.
“Ahora estamos seguros de que podemos entregar a Ucrania muy rápidamente un préstamo respaldado por las ganancias inesperadas de los activos rusos”, dijo von der Leyen hablando junto al presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy.
Dijo que dependía de las autoridades ucranianas decidir cómo “utilizar mejor los fondos”, que “les darán recursos adicionales para fortalecer sus capacidades militares y repeler la agresión rusa”, dos años y medio después de la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Moscú.
“Estamos poniendo nuestra parte con 35.000 millones de euros y estoy absolutamente segura de que los demás harán la suya”, afirmó von der Leyen.
El anuncio del préstamo llega en un momento de necesidad adicional y urgente de ayuda para Ucrania debido a los reiterados ataques de Rusia a su infraestructura energética.
Zelenskyy dijo que era de suma importancia que los fondos se desembolsaran sin más retrasos, “porque esto tendría un impacto en nuestra capacidad de defendernos”.
Los líderes del G7 acordaron en junio poner a disposición de Ucrania 50.000 millones de dólares en préstamos y dividirlos según su peso económico relativo, lo que habría dado como resultado que la UE y los EE.UU. cubrieran 20.000 millones de dólares cada uno, y Canadá, Japón y el Reino Unido aportaran el resto.
Pero Estados Unidos condicionó su participación a garantías jurídicas de que los activos permanecerían congelados durante más tiempo. La UE, donde están inmovilizados casi 200.000 millones de euros de activos estatales rusos, no ha podido garantizar eso debido a la oposición de Hungría a extender el régimen de sanciones contra Rusia.
Para compensar la inacción estadounidense y sortear el veto de Budapest, la Comisión Europea intentó aumentar su parte del préstamo hasta 40.000 millones de euros, garantizados con cargo al presupuesto común del bloque. Pero las capitales de la UE se mostraron reacias a aceptar esa cifra y presionaron a Bruselas para que consiguiera que el Reino Unido, Canadá y Japón aumentaran su parte.
La cantidad final de 35.000 millones de euros supone un compromiso que permitirá a Estados Unidos intervenir en una fecha posterior y reducir así la exposición de la UE.
La mayoría de los países de la UE y el Parlamento Europeo deben aprobar el préstamo de la UE antes de fin de año.