Menen comenzó su regreso a las semifinales de la copa con una victoria por 3-1 en el partido de ida contra el Haasrode-Leuven. Eso ya fue genial porque Menen está pasando por un momento difícil en la competición y Haasrode-Leuven se presenta este año como un potencial rival para Maaseik e incluso para Roeselare.
Por lo tanto, Menen sabía que tenía dos bazas: ganar el partido significaba un lugar en la final. Pero incluso si perdieran, todavía había oportunidades en el set dorado.
El equipo local empezó fuerte y convincente. En poco tiempo Haasrode-Leuven se había llevado el primer set con 25-15. Pero Menen no se dejó marginar mentalmente y creció en el partido. El segundo set también fue para el equipo local con 25-22. En el set tres las cosas salieron igualadas. Haasrode-Leuven tuvo que luchar para ganar ese set y también el partido: 27-25.
Menen luego golpeó en el set dorado. Mentalmente, el equipo fronterizo creía plenamente en sus posibilidades, Hassrode-Leuven ya había dado mucho. Y el plan también salió bien: Menen ganó el set de oro por 11-15 y así se asegura una segunda final de copa consecutiva.
El 10 de febrero le espera en el Sportpaleis la revancha contra el Knack Roeselare, que venció al Aalst en semifinales. Otra cita con historia para Menen.