Volkswagen Golf R: más potencia, al alcance de todos


El nuevo cuatro cilindros turboalimentado de 2.0 litros entrega 333 caballos de fuerza. Tracción a las cuatro ruedas, con diferencial abierto en la parte delantera y sistema Torque Vectoring en la parte trasera. Mejor rendimiento pero sin fuerza bruta; sigue siendo un Golf, deportivo pero sin extremismos

12 de junio – 00:02 – LAUSITZRING (ALEMANIA)

¿Quién esperaba una revolución del nuevo? Volkswagen Golf R, se sentirá decepcionado. Quienes esperaban un coche más potente, más tecnológico pero aún apto para todo tipo de uso, desde el deportivo (no extremo) hasta el urbano, acogerán su llegada con aplausos. De momento sólo es posible mostrar una versión camuflada, que condujimos en Alemania, por las carreteras alrededor del circuito de Lausitzring, recorriendo también algunos kilómetros por las autopistas alemanas, donde, al no haber límites de velocidad, pudimos Pise con fuerza el acelerador, verificando el rendimiento de la última versión del cuatro cilindros turboalimentado de 2.0 litros.

92 CV en 22 años

La historia del Golf R comenzó en el verano de 2002, cuando debutó la versión R325, equipada con un motor capaz de desarrollar 241 CV. Hoy, Volkswagen ha ido mucho más allá, pues el motor del nuevo Golf R promete 333 CV, una potencia que sitúa a esta versión en competencia directa con los principales deportivos de su categoría. No hablamos de récord, porque en 2022 Volkswagen presentó una versión especial del Golf R, el 20 Años, equipado con un motor 2.0 Tfsi de 333 CV, que ahora se ha producido en (grandes) series. Pero ten cuidado; Volkswagen ha aumentado las prestaciones, preservando la manejabilidad y sobre todo la usabilidad, características muy importantes incluso para los Golf más deportivos.

cuatro es mejor que dos

El Golf R, a diferencia del GTi Clubsport (que sigue siendo el Golf más deportivo entre las versiones de tracción delantera), se caracteriza por la tracción total 4Motion. Delante hay un diferencial abierto combinado con XDS (la tecnología que reduce la velocidad de las ruedas a través del sistema de frenado); En la parte trasera hay Torque Vectoring, es decir, un diferencial autoblocante que funciona mediante dos paquetes de embrague (uno para cada semieje) accionados electrónicamente. No hay diferencial central, por lo que el reparto de tracción es del 50% delante y del 50% detrás.

CÓMO ESTÁ YENDO

El prototipo que pilotamos, uno de los utilizados en las pruebas realizadas en el interior del antiguo Nürburgring, estaba equipado con jaula antivuelco y asientos de carreras, por lo que de nada sirve hablar del puesto de conducción. El motor, la caja de cambios DSG y la puesta a punto, sin embargo, fueron definitivos, por lo que es posible explicar qué ha cambiado. La entrega, regular y con mucho cuerpo desde bajas revoluciones, ha sido siempre uno de los puntos fuertes del Golf R. El aumento de potencia no ha hecho que este cuatro cilindros sea más “afilado”, al contrario, ahora a medias revoluciones hay Es más “atrás” y esto ayuda mucho en la aceleración, donde el efecto volante se mantiene alto, elección que hace que la respuesta al acelerador sea muy progresiva. El Golf R es fuerte pero, sin mirar el velocímetro, es difícil notar sus notables prestaciones. En autopista se alcanza en poco tiempo los 230 km/h, y la suspensión DCC (controlada electrónicamente) consigue siempre garantizar un excelente nivel de confort. Sólo eligiendo la configuración más deportiva la puesta a punto se vuelve verdaderamente rígida, manteniendo al mismo tiempo un ligero balanceo, lo que ayuda a comprender los límites del coche. Lo mismo ocurre con los frenos; No falta potencia, pero hay que pisar fuerte el pedal para conseguirla.





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