Vodafone/Hungría: Víctor Orbán construye un campeón nacionalista a un precio


En este momento, Nick Read debe estar tarareando el himno nacional húngaro, que ensalza la tierra del Danubio y Tisza. Su declaración sobre la venta del negocio húngaro de Vodafone complacerá a los patriotas locales ya los inversores internacionales. La misión de Hungría de digitalizarse se elogia junto con el saludable múltiplo de ventas.

Rara vez la presión por la desinversión de un gobierno populista ha encontrado una respuesta tan favorable. El crecimiento se ha estancado en el grupo de telecomunicaciones que cotiza en el Reino Unido. El activista Cevian está presionando para que el director ejecutivo Read reduzca las operaciones europeas.

Otros operadores extranjeros, en particular Deutsche Telekom, deberían verse afectados por la disposición de 715.000 millones de fortines (1.800 millones de euros). Notarán que un holding estatal húngaro está comprando en sociedad con el grupo local 4iG.

Viktor Orbán, líder forzudo desde 2010, no teme la polémica. Sus políticas son de derecha, nacionalistas y en ocasiones racistas. Los líderes de la UE se quejan de que canaliza subsidios y contratos a aliados corporativos para cimentar su apoyo. En consecuencia, la UE ha retenido 7 200 millones de euros de financiación.

El gobierno de Orbán decretó sobretasas a las telecomunicaciones y algunas otras industrias a principios de junio. Eso habría perjudicado a Vodafone Hungría. El principal operador del país, Magyar Telekom, culpó al impuesto de perdiendo su objetivo de ganancias en el segundo trimestre. Deutsche Telekom es propietario mayoritario de esa empresa que cotiza en Budapest.

Los adquirentes de Vodafone Hungría, que no cotiza en bolsa, están pagando un precio decente de 9,1 veces el ebitda final. Las telecomunicaciones europeas cotizan en un promedio de poco más de 6 veces el ebitda ajustado, dicen los analistas de New Street.

Este acuerdo parece oportuno y de buen precio, aunque pequeño en el 1,5 por ciento del ebitda del grupo. Vodafone mantendrá un call center en Hungría. Su rama Vantage Towers continuará operando mástiles móviles allí.

Uno se pregunta cuánto tiempo pasará antes de que Deutsche Telekom reciba una oferta por su participación en Magyar Telekom que no pueda rechazar. Las acciones se han desplomado una cuarta parte desde que Rusia invadió Ucrania. El negocio está valorado en menos de la mitad de Vodafone Hungría. El adquiriente parcial 4iG se convertirá en un fuerte número dos para Magyar Telekom en el país, según Bernstein.

Vodafone es inteligente o tiene suerte de obtener un buen precio por su unidad húngara. Es posible que otras multinacionales necesiten salir de la órbita de Orbán a un costo mayor.

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