En 2022, los organismos de gestión de la vivienda pública en Toscana registraron casi 21.000 solicitudes, de las cuales 17.500 fueron admitidas: para agotar la clasificación sería necesario añadir un tercio de las viviendas existentes. Los mil alojamientos que se pudieron asignar permitieron abrir las puertas de un apartamento a una familia entre 18, entre las que tienen los trámites en regla.
En toda Lombardía, las empresas públicas de vivienda social han asignado 4.640 viviendas a las 65.646 familias que participaron en los concursos para la selección de los beneficiarios, solucionando el problema para un solicitante entre 14. En otros casos, el porcentaje de satisfacción de la solicitud es un poco superiores a los que acabamos de enumerar, pero siguen siendo insatisfactorios.
La agencia de la provincia de Trieste realizó 215 nuevas asignaciones en 2020, siguiendo el ranking formado en 2017: pero hubo más de 3.600 solicitudes válidas. Si además se suman los encargos recibidos en años anteriores, desplazándose siempre por ese ranking, se llega a un índice de satisfacción en torno al 15%: en la práctica, una familia de cada siete lo logró.
La oferta que se estanca
Para aquellos que no se ubican en lo más alto de la clasificación, la espera puede no ser corta, porque el número de viviendas públicas asignables no está destinado a aumentar. De hecho, disminuye cada vez que fallece una de las personas mayores solteras que viven allí (principal motivo por el que las viviendas quedan vacías). Ningún administrador o gestor de un Municipio o de una IACP se atreve a reasignar un apartamento antes de haber realizado las obras de cumplimiento y renovación necesarias. Pero falta dinero para financiar las intervenciones y, como resultado, las casas permanecen vacías durante meses, si no años, con el riesgo de ocupación ilegal. Según una investigación de la Universidad Bocconi y de Federcasa, estas viviendas vacías representan el 11,5% del patrimonio total: una ciudad fantasma de unas 100.000 casas, que podría albergar un número de habitantes igual al de Verona o el doble que el de todo el Valle de Aosta. .
Para hacer habitables las casas vacías, la IACP y los organismos más atentos han utilizado parte de la financiación del Pnrr y la herramienta superbonus. Pero para abordar el problema sería necesario un “Plan de Vivienda” con una dotación mucho mayor que los 100 millones de euros en los que parece estar trabajando el ministerio.