El director general del Vitesse, Edwin Reijntjes, explicó el martes el turbulento proceso de adquisición del club en crisis. A última hora de la tarde del lunes, el inversor estadounidense Coley Parry y el empresario Guus Franke llegaron a un acuerdo de adquisición que mantendrá vivo al club por el momento. Franke también ajusta el dinero que falta en el presupuesto del club para la próxima temporada.
“Fue un día muy, muy extraño”, describió Reijntjes el martes el ritmo frenético de la víspera en el complejo de entrenamiento de Papendal. La semana pasada, el comité de licencias de la KNVB le quitó al Vitesse la licencia profesional para la próxima temporada. El club de Arnhem apeló y tenía hasta el lunes por la tarde a las 23:59 para presentar al comité sus planes para obtener la licencia.
Lea también
Cómo el Vitesse se convirtió en víctima de hombres que prometían un lugar en el paraíso del fútbol
“Estábamos ocupados preparando todos los documentos, hasta que alrededor de las 15.00 horas llegó el mensaje de que no habría acuerdo. Fue una gran sorpresa”, afirmó Reijntjes. Unas horas más tarde, surgió una oportunidad inesperada para un acuerdo. Reijnders no quiso revelar más detalles del acuerdo el martes. Ahora corresponde al comité de licencias de la KNVB tomar una decisión sobre la solicitud de Vitesse. “Si no hay licencia, se acabó”.
Aunque el acuerdo es positivo para el club, la situación financiera del Vitesse sigue siendo preocupante, subraya Reijntjes. Según el director, el club ahora está lo suficientemente sano como para poder jugar toda la próxima temporada en la primera división. “Hemos suministrado lo que teníamos para ofrecer”, afirma Reijntjes refiriéndose a los documentos presentados al comité de licencias.