Tras su despedida del Tottenham y el año sabático, algunos habían planteado dudas sobre las motivaciones de Antonio, que en cambio tuvo un gran comienzo en el banquillo del Napoli.
Antonio Conte siempre es él. El técnico del Napoli ha dejado atrás su experiencia en el Tottenham, descontento por motivos técnicos y por motivos de salud personal, por la debilitante operación de vesícula. La otra noche, en Turín contra la Juve, Conte volvió a demostrar que es un gran entrenador. Interrumpió el engranaje del juego de Thiago Motta, le dio a la Juve un único disparo débil a portería y los mantuvo en tensión con el escocés McTominay martillando entre el centro del campo y el ataque. Estaba claro cuánto había estudiado detalladamente a su oponente y preparado el partido en consecuencia.
SCUDETTO POSIBLE
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Enhorabuena Aurelio De Laurentiis por creer en Conte, por no confiar en los rumores sobre un entrenador en fase de declive. Le costó un poco caro, porque Conte es exigente en el mercado de fichajes, pero el empate 0-0 en Turín demostró que el Napoli puede competir por el Scudetto, dada la situación de extrema incertidumbre. No hay ningún equipo dominante, todavía no. Hoy el Napoli está por delante de la Juve, el Inter y el Milán, segundo junto con el Udinese detrás del líder Torino. Y Conte es un cazador de campeonatos: como entrenador ha ganado cinco, tres con la Juve y uno con el Inter de Italia, además de la Premier League ganada con el Chelsea. Conte sabe hacerlo y quizás alguien, en Italia y en el extranjero, se arrepienta de no haberlo contratado. El paquete Conte es complejo, contiene mal humor y molestias fisiológicas, pero la obsesión de este entrenador por el trabajo y la victoria es garantía de una clasificación de alto nivel.