Los turistas que quieran visitar el Coliseo de Roma tienen que sacar mucho dinero de sus bolsillos. Una entrada oficial cuesta 18 euros, pero son difíciles o imposibles de conseguir. Los grandes comerciantes los compran muy rápidamente y los venden a un múltiplo del precio. Los precios de hasta 70 euros no son una excepción. La policía italiana ha iniciado una investigación.
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