Vingegaard: “Estoy limpio, confía en mí. Y el año que viene vuelvo para confirmar»

El maillot amarillo se derrite con Trine, su pareja, y su hija Frida: “Casi de infarto por ese descuido en la bajada. Para mí la familia lo es todo, me cambió la vida”

Trine tiene un vestido blanco, para la pequeña Frida se eligió el amarillo -del mismo color que su padre- más un gorrito muy tierno con las palabras “cool kids only”, “only fashion children”. Son la vida de Jonas Vingegaard y están ahí, a pocos metros de la meta. Lo están esperando, están deseando que llegue, y qué bonito es no tener que usar el teléfono esta vez para transmitir la emoción. Trine y Frid están ahí y Jonas termina de pedalear abrazados, convirtiendo la sonrisa al final de la contrarreloj en la más dulce de las lágrimas. Porque sí, este chico danés de 25 años de Hillerslev ganó el Tour de Francia -hoy alrededor de las ocho de la noche la coronación oficial en París, quizás incluso frente al príncipe heredero de Dinamarca Federico- y en el éxito en la carrera más grande del mundo es natural que haya todos los sentimientos adentro.



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