En el paddock, ya preocupado por el ataque con misiles a la refinería de Aramco, situada a escasos 22 km de la pista, durante la Q2 cayó una escarcha cuando Mick Schumacher se estrelló violentamente contra las barreras a una velocidad de unos 220/230 kilómetros por hora. El alemán, en un intento de mejorar el noveno tiempo, empujó el bordillo, el coche se levantó, perdiendo repentinamente carga aerodinámica. El Haas no tripulado se estrelló contra las barreras y el piloto quedó inmóvil a bordo, al menos por lo que se ha podido ver en las imágenes tomadas desde lejos. Hubo momentos de aprensión, hasta que el equipo estadounidense tuiteó que el conductor estaba consciente.