Eliminar la presencia de apartamentos destinados a uso turístico en 2028, conseguir que vuelvan a estar disponibles en el mercado residencial: este es el objetivo del alcalde de Barcelona, una de las ciudades más queridas por los turistas. “A partir de 2029 no habrá apartamentos turísticos en Barcelona como los conocemos hoy”, afirmó el alcalde socialista Jaume Collboni que anunció un plan de políticas de vivienda en la capital catalana.
El bloque de autorización
Collboni justificó su decisión explicando que los alquileres turísticos de corta duración generan un impacto insostenible en los precios de todo el mercado inmobiliario: en diez años, subrayó, los precios de los alquileres han aumentado casi un 70% y los de las propiedades en venta casi un 40%. %. “No podemos permitir que la mayoría de jóvenes que quieren dejar el hogar familiar tengan que irse de Barcelona”, añadió Collboni. «La situación no cambiará de la noche a la mañana, estos problemas llevan tiempo. Pero con esta medida marcamos un punto de inflexión”, dijo también, precisando que las casas que volverán al mercado residencial rondarán las 10 mil. El número corresponde a las licencias de alquiler turístico vigentes tras la congelación decidida en 2014.
En 2022, según datos del observatorio de turismo de Barcelona, los turistas que se alojaron en apartamentos turísticos de la ciudad fueron 2.362 millones con un incremento del 87,1% respecto al año anterior. La comunidad autónoma de Cataluña sigue siendo el destino favorito de los turistas internacionales: más de 18 millones de visitantes, un 21,2% más que en 2022.
Un límite a los cruceros
No es la única actuación para contener la afluencia turística en la que está trabajando el alcalde. Collboni había anunciado estos últimos días que está en conversaciones con las autoridades portuarias para introducir medidas de “gestión, control o limitación” de los desembarcos de cruceros en la ciudad. “Hay que limitar y reducir el número de personas que llegan en cruceros”, afirmó durante una rueda de prensa, porque “estamos llegando al límite y no podemos soportar incrementos anuales del 8%”. En 2023, se alejaron más de Barcelona 3,5 millones de cruceristas.