El IOR confirma: dos personas casadas no pueden trabajar juntas y en caso de boda uno de los dos empleados debe dejar su trabajo. Una norma, se subraya, «en línea con las prácticas internacionales adoptadas por las instituciones financieras». «El objetivo del Instituto, a través de esta norma, es exclusivamente garantizar condiciones de igualdad de trato entre todos los empleados», explicó la institución financiera de la Ciudad del Vaticano. «Dado que el Instituto reúne a poco más de cien empleados en un solo lugar, sin sucursales, esta regla es fundamental para evitar tanto los inevitables conflictos de intereses profesionales entre los futuros cónyuges interesados como la aparición de posibles dudas en la gestión familiar entre sus clientes o el público en general».
La regulación y la reforma deseada por Benedicto XVI
La nota del Instituto para las Obras de Religión se produce después del asunto en el que recientemente dos empleados se casaron a pesar de la entrada en vigor del reglamento que prevé, en este caso, el despido de uno de los dos empleados. El IOR, se lee en la nota, «lleva mucho tiempo inmerso en un proceso de profunda renovación organizativa y regulatoria, en línea con las mejores prácticas internacionales que regulan las actividades de las instituciones financieras».
El camino está vinculado a las disposiciones de la Ley de transparencia, supervisión e información financiera de 2013, «muy deseada por el Papa Benedicto XVI, y aplicar las posteriores normas de aplicación dictadas desde 2015 hasta hoy por la Autoridad de Supervisión e Información Financiera».
«La norma introducida recientemente para regular el caso de matrimonio entre empleados – explica nuevamente el IOR – representa un claro ejemplo de iniciativa destinada a colmar un vacío legislativo, ya que el Reglamento del IOR, así como el de otras instituciones vaticanas, ya preveían la prohibición sobre la contratación de cónyuges de empleados del Instituto».
La última pareja de jubilados.
El Instituto también informa que la ley estaba lista desde hacía algún tiempo «pero para poder implementarla optó por esperar la jubilación de uno de los cónyuges de la última pareja (de cinco) que seguía en servicio durante el período anterior de vacío legislativo antes mencionado».